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Una historia que jamás había contado

Esta es una historia real, que jamás había contado a nadie en mi vida… Alguna vez un maestro me dijo que “al corazón llega, sólo lo que del corazón procede”…

Esta es una historia real, que jamás había contado a nadie en mi vida… Alguna vez un maestro me dijo que “al corazón llega, sólo lo que del corazón procede”… Me interesó fue ponerlo a prueba, descifrar si acaso era real que sólo lo que sale del corazón puede alcanzar a otros corazones. Por aquellos años yo era un adolescente y estaba profundamente enamorado de una amiga, pero para ser sincero, en aquella etapa todos nos enamoramos de diferentes personas cada mes, ¿cierto? Era la época en que escribía poemas y los conservaba en un fólder bajo la cama. Entonces tomé siete piezas y se los llevé a mi “amiga”, preguntándole su opinión y pidiéndole que me dijera cuál de todos le gustaba más, pues se lo habría de regalar a la persona que adoraba. Seguro estoy que ella no sabía que se trataba de ella misma, pues nunca le di indicios de sentir algo especial por ella. El caso es que le di los poemas en la mañana y ella se comprometió a leerlos entre clases. Al sonar la campana del primer recreo de la preparatoria, muy sonriente se acercó a mí y con una sonrisa que hasta hoy llevo en la memoria me dijo: “Me dejas sacarle copia a éste, fue mi favorito y se lo quiero regalar a alguien especial” –pronunció esa última palabra con cierta complicidad, mientras guiñaba el ojo, como si yo supiera quién era el tipo que a ella le gustaba. Guardé silencio un par de segundos, como incrédulo ante su petición y ella insistía con esa extraordinaria sonrisa… Finalmente le respondí: “Quédatelo es tuyo”. Ella no me entendió, insistía en sacarle copia y devolvérmelo, pero mi respuesta seguía siendo la misma, “en verdad es tuyo, te lo regalo”. Y ella muy feliz se fue con el papel entre los dedos… Ni yo me la creía, y es que le contesté con la verdad, exclusivamente ese y sólo ese poema entre los siente que le entregué, era el único que yo había escrito pensando en ella y fue precisamente ese texto el que le encantó para dedicárselo a alguien más. Ese día comprobé que lo que decía mi maestro era real, sólo lo que del corazón sale, al corazón puede llegar. Por eso, aprovechando el momento histórico que vivimos a nivel mundial y ante la pandemia que nos azota, a ti que lees estas palabras, con todo mi corazón te digo: “Si no tienes una razón de fuerza mayor, por amor a tu ciudad, a tu país y a tu familia, te pido por favor, ¡quédate en casa!”. Gracias.


*El autor es graduado de la licenciatura en Derecho de la UABC, escritor y conductor de radio.

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