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¿Transformación o destrucción de economía?

El día de ayer se emitió el decreto a través del cual el Gobierno Federal establece las medidas concretas de carácter económico a efecto de hacer frente a la problemática derivada de la pandemia COVID-19 en curso.

El día de ayer se emitió el decreto a través del cual el Gobierno Federal establece las medidas concretas de carácter económico a efecto de hacer frente a la problemática derivada de la pandemia COVID-19 en curso, acciones que si bien es cierto buscan blindar la economía de aquellos conciudadanos que menos tienen, no menos cierto es que, desde la perspectiva de lo que aconseja las experiencias previas y actuales en materia de blindaje de la actividad productiva, las acciones planteadas por la Administración Pública, a nuestro juicio son insuficientes, propiciando la profundización del desempleo en México y con ello incremento de la pobreza.

La estructura productiva del país se sustenta en la Micro, pequeña y mediana empresa, que representan el 80% del total de las unidades productivas generando el 75% del empleo formal, con un salario promedio de cotización en el IMSS de 373 pesos diarios.

Según reciente encuesta realizada por la Asociación Mexicana de Emprendedores son más que preocupantes el horizonte que visualizan las mismas ya que, de acuerdo a los resultados del mismo estudio este “reveló que una de cada cuatro Mipymes se verán forzadas a despedir personal” que, según nuestras cuentas, involucraría la pérdida potencial de 3.75 millones de empleos. Lo anterior con independencia de que las que logren mantenerse operando durante la vigencia de las medidas para contrarrestar la pandemia, el “87 por ciento de las Mipymes perderán ventas, clientes y aprobación de nuevos trabajos, mientras que el 40 por ciento tendrán dificultades para pagar impuestos.”

Bajo el anterior escenario, los organismos cupulares del sector productivo han elaborado varias propuestas a efecto de mitigar el efecto de la detención de la economía y sobre todo orientadas a buscar la sostenibilidad del empleo, destacando la promovida por la COPARMEX en el sentido de establecer el “Salario solidario” el cual consiste en garantizar la remuneración a los trabajadores que por efecto de las medidas sanitarias deben parar labores y este, estaría integrado el 50% a cargo de los empresarios y el resto, vía subsidio oficial con vigencia de 3 meses.

Lo anterior implicaría una erogación a cargo del Gobierno Federal en el orden de 343.85 mil millones de pesos para beneficiar, conjuntamente con el sector productivo a 20,482,943 empleos actualmente inscritos en el IMSS con una remuneración promedio de aproximadamente $ 11,376 pesos por mes durante tres meses

Por lo que respecta a los trabajos derivados de la economía informal, según estadísticas representa aproximadamente el 57% de la población económicamente activa equivalente aproximadamente entre 23 a 25 millones de personas, cifra que rebasa por demás a las acciones anunciadas para su apoyo a través de los “ 3 millones de créditos dirigidos a la población más necesitada y a la clase media.”

Indudablemente que las acciones planteadas por el Ejecutivo a efecto de paliar los efectos sobre la economía, si bien es cierto, atiende al parte social no menos cierto que para lo que respecta al sector productivo, es insuficiente y el no atenderlo de forma efectiva y eficaz, profundiza la crisis económica y la extenderá más allá de lo que la capacidad de la misma pueda soportar. Y si la actividad económica se pulveriza no será posible financiar la política social.

Este sería el momento ideal para la Administración Pública Federal, el replantear la viabilidad de sus proyectos insignia, los cuales, dadas las perspectivas a nivel mundial por lo que corresponde a turismo e industria del petróleo, se visualiza más que complicada su viabilidad y los recursos destinados ( por lo menos para el presente ejercicio) que ascienden aproximadamente a 105 mil millones de pesos, recanalizados y distribuidos sobre el mismo criterio de los establecidos para los créditos anunciados, apoyaría la sostenibilidad de aproximadamente 10 millones de empleos informales con lo cual, reduciría en profundidad y tiempo la crisis económica y sobre todo, revitalizaría las posibilidades a mediano plazo de dichos proyectos.

De persistir en esta postura la administración pública, lejos de acabar con la pobreza, está creando las condiciones para esta se incremente. Es decir, esta política económica que se está planteando, generará resultados inversos a los que forman parte de su discurso diario.

Considero que AMLO, está perdiendo de nuevo la posibilidad de transformar al país, pero en términos de crecimiento y combatiendo estructuralmente la pobreza, la desigualdad y las causa que la originan.

Seguimos sin rumbo a punto del naufragio y con una tripulación que cada día nos mete más al centro de la tormenta.

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