Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas / Columna Tijuana

Soylent Green

Soylent Green (Cuando el destino nos alcance, título original en español) es una película estadounidense de 1973, dirigida por Richard Fleischer, protagonizada por Charlton Heston, Edward G. Robinson y Leigh Taylor-Young

Soylent Green (Cuando el destino nos alcance, título original en español) es una película estadounidense de 1973, dirigida por Richard Fleischer, protagonizada por Charlton Heston, Edward G. Robinson y Leigh Taylor-Young en los papeles principales y basada en la novela Make Room! Make Room! (¡Hagan sitio!, ¡hagan sitio!, 1966), de Harry Harrison. La historia se desarrolla en el año 2022, en un futuro distópico, la ciudad de Nueva York está habitada por más de 40 millones de personas, físicamente separados en una pequeña élite que mantiene el control político y económico, con acceso a ciertos lujos como verduras y carne, y una mayoría hacinada en calles y edificios donde malvive con agua en garrafas, y dos variedades de un producto comestible: soylent rojo y soylent amarillo, que son la única fuente de alimentación, ya que los alimentos naturales son un privilegio para los sectores dominantes. La compañía Soylent es una empresa que fabrica y provee los alimentos procesados de concentrados vegetales a más de la mitad del mundo. Soylent verde es el nuevo producto alimenticio sacado al mercado, basado en plancton, según la publicidad de la empresa. Robert Thorn (Charlton Heston) es un policía detective de la ciudad, vive con su amigo “Sol” Roth (Edward G. Robinson), un anciano ex profesor y oficialmente ayudante suyo que vive rememorando el pasado; cuando el planeta era más habitable y existía suficiente alimento para todos. Sin embargo, Thorn, que ha vivido casi toda su vida en la catástrofe ecológica, no se muestra interesado en estas historias, las cuales encuentra difíciles de creer. Thorn se ve involucrado en la investigación del asesinato de uno de los principales accionistas de la compañía Soylent, que ha sido encontrado muerto en su apartamento. Recorre el lugar y se encuentra con cosas que nunca había visto antes, como un refrigerador con alimentos; licores, una ducha con agua caliente, jabón y una biblioteca. Thorn y Roth descubren que el mundo está envenenado y que Soylent Green era fabricado a partir de humanos. El final de la película muestra a Thorn mal herido manifestando a los que le socorren la terrible realidad escondida: “Soylent Green... es gente...!!” En varios municipios de nuestro estado los activos de los mismos se han ido disminuyendo ya que parte de ellos se han tenido que vender para pagar cuotas al Issstecali o para cubrir salarios, aguinaldos o prestaciones, un colmo es que el Issstecali le debe al Issstecali, el ayuntamiento de Mexicali enfrenta una crisis financiera sin precedente, al sindicato de burócratas no le importa tal situación y demanda incrementos para los sindicalizados, amenazando con paros laborales si no se cumplen sus demandas. Cada cambio de administración municipal sucede lo mismo, todo mundo quiere un bono, bomberos, burócratas, funcionarios que salen, etc. Los cachanillas queremos aportar para ayudar a la ciudad, pero no para que vayan a las arcas del sindicato y de algunos burócratas que no quieren a su ciudad o de que se gasten en despensas alimenticias, se otorguen recursos para gasto social a los regidores y al síndico, cuando su función no es esa, la función primordial de una ayuntamiento es el otorgamiento de servicios públicos de calidad, mantenimiento de vialidades, limpieza, alumbrado público, seguridad, mantenimiento a parques y jardines, la promoción de la cultura y el deporte, es primordial llevar a cabo una reingeniería del personal, eliminar puestos y dependencias innecesarias, pues al paso que vamos se tendrán que vender todos los sus activos (incluido, terrenos, centros deportivos además del Palacio Municipal) para cumplir los caprichos y demandas al sindicato. Es decir el ayuntamiento se comerá a sí mismo como en la película de Soylent Green.

*- El autor es ex presidente de la Federación de Colegios de Ingenieros Civiles de la República Mexicana.

En esta nota