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Solos en la crisis

Como dice la conseja popular: “No hay fecha que no se llegue, ni plazo que no cumpla”.

Como dice la conseja popular: “No hay fecha que no se llegue, ni plazo que no cumpla” Lo que tanto habíamos insistido sobre el riesgo de la Crisis que se avecinaba, finalmente la tenemos encima y al parecer al conjuntarse con el problema de salud COVID 19, amenaza ser de grandes dimensiones.

Esta era una crisis previsible y muchos coincidían, incluso el hasta hoy Secretario de Hacienda Arturo Herrera, además de analistas económicos en la necesidad de implementar un plan Contra cíclico para poder minimizar los efectos de esta Crisis. Pero quien no quiso escuchar ni entender esto lamentablemente ha sido el presidente de nuestro país, contrario a la opinión de los diferentes mandatarios del mundo, él ha decidido continuar con sus proyectos de la 4 T.

Gran parte de la actividad económica está parada a fin de protegernos a nosotros y al país ante la pandemia y evitar que esta se esparza de manera más rápida como ha sucedido en otras regiones del mundo. Muchas empresas del sector privado que han tenido que cerrar por esta epidemia, están resintiendo los efectos de esta paralización y les está generando enormes pérdidas.

Por efectos de este paro, se han perdido en los últimos veinte días más de 346 mil empleos, según lo declara la propia Secretaria del Trabajo y Previsión Social Luisa María Alcalde Lujan, y esta tendencia se seguirá dando en tanto no volvamos de nuevo a las actividades.

Estamos ante un grave problema y desafortunadamente un Presidente que, siendo insensible ante este problema, al no querer escuchar las propuestas a nadie, ni a los legisladores de su propio partido político, tampoco a los empresarios que se han solidarizado en este grave momento por el que esta atravesando el país.

Los organismos empresariales, no están solicitando ni condonaciones de adeudo, ni apoyos monetarios, lo que el sector privado está solicitando al presidente, que se niega a escucharlos, es un diferimiento en el pago de los compromisos fiscales a fin de atender el gasto prioritario que son los sueldos de los trabajadores y salvar a las empresas que significaría conservar los centros de trabajo.

Los diferentes mandatarios del mundo, han llamado a su población en sus respectivos países a formar acuerdos y están dando esas facilidades que el empresariado mexicano está solicitando y que es recomendaciones de los organismos internacionales que tienen que ver con el desarrollo económico.

La semana pasada la CEPAL (Comisión Económica para América Latina), en voz de su Directora Ejecutiva Alicia Bárcenas, señala que México requiere de crear un programa emergente contra cíclico para sortear la crisis.

El Banco Mundial ha ofrecido a México una línea de crédito de 61 mil millones de dólares para poder financiar proyectos productivos y mantener su planta laboral. Pero el presidente se niega a aceptar, en aras de no caer en Déficit Fiscal.

En sólo veinte días que se ha parcialmente parado la actividad productiva, se han perdido 346 mil empleos y de continuar con esta tendencia para fin de mes de abril habremos perdido más de 750 mil empleos. El problema es grave, pero más grave es no darnos cuenta o pretender ser omisos ante esta realidad.

La crisis económica, de no hacer esfuerzos para revertirla, pudiera representar en los próximos meses una caída del 7.5 % o más del PIB y pudiéramos perder más de 6 millones de empleos que sumados a los desempleados existentes podemos estimar que tendremos en las calles más de 10 millones de mexicanos sin empleo.

*El autor es economista de profesión, fue presidente del Colegio Estatal de Economistas y vicepresidente del Colegio Nacional de Economistas.

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