Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas / Columna Tijuana

Se fue castigado

En estos tiempos de pandemia, con muchas muertes, le tocó a José Carlos de la Trinidad, quien fuera uno de los mejores presidentes que tuvo la Liga Municipal de Béisbol de Tijuana.

En estos tiempos de pandemia, con muchas muertes, le tocó a José Carlos de la Trinidad, quien fuera uno de los mejores presidentes que tuvo la Liga Municipal de Béisbol de Tijuana.

Fue una de las víctimas del paladín, que lo sancionó y ahora sí, el castigo fue de por vida, pues aunque siempre peleó por volver a la pelota, sus gestiones fueron en vano.

Se ensañó el paladín con José Carlos, ya que siempre buscó la foma de perudicarlo y alejarlo de lo que tanto le gustaba.

Sin oportunidad de ser directivo, ni siquiera delegado de algún equipo, De la Trinidad se refugió en la Liga de Rosarito, donde se hacía cargo del sonido local en los juegos de veteranos y anotaba.

Eso no le pareció al paladín, que hasta eso le impidió hacer y “sugirió” a Francisco Carmona, también ya fallecido, presidente de ese circuito, que le diera las gracias y ya no le permitiera desarrollar esa labor.

El pecado de José Carlos, para hacerse acreedor de la sanción, ser parte del grupo inconforme por la venta de los terrenos en donde están los campos de Otay y exigir cuentas claras del destino que tuvieron esos billetes, muchos miles de dólares.

Y también que fuera parte del equipo dirigido por Héctor Corrales, otro elemento que está sancionado desde hace muchos años, pero que no deja de pelear por el asunto de los billetes.

Durante la gestión de José Carlos vivió una de sus mejores épocas la pelota azul y hasta uniformada andaba la directiva, pantalón blanco y una chamarra de color celeste, obvio”

Le sabe a eso de los números Héctor, Contador Público de profesión, quien también fue directivo del circuito azul.

Durante la gestión de José Carlos vivió una de sus mejores épocas la pelota azul y hasta uniformada andaba la directiva, pantalón blanco y una chamarra de color celeste, obvio.

Fue en ese tiempo cuando la Liga Municipal conquistó el primer cetro estatal de Primera Fuerza de su historia, aunque luego vinieron otros, con los trabucos que armaban algunos patrocinadores.

Seguido hablábamos por teléfono, unas veces para corregir algo sobre los Apuntes, ya que era uno de los tres lectores que tenemos y otras para darnos alguna noticia, lamentablemente funestas, pues informaba del fallecimiento de alguien relacionado al béisbol.

La última vez que lo vimos fue en un restaurant de mariscos de la Calle Sexta, atendiendo una invitación de Héctor Corrales, quien nos platicó de los avances en los trámites que realizaba, buscando que se aclare la venta de los terrenos.

Fuimos compañeros de escuela de uno de los hermanos de Héctor, el profesor Carlos, quien también se nos adelantó en el camino.

En su sitio de facebook, la Liga Municipal publicó una condolencia a la familia de José Carlos, quien desde hace tiempo recibía pensión del Instituto Mexicano del Seguro Social, luego de sus muchos años de trabajo, mayormente en la industria maquiladora.

Consideramos que José Carlos merece algo más que esa condolencia por parte del circuito azul, pero quien sabe si tengan permiso del paladín, ya que Ramón Sánchez Cruz, palabra mayor de la Liga Municipal, es uno de los más leales seguidores del presidente de la Asociación Estatal de Béisbol de Baja California.

Qué descanse en paz y se terminó el espacio para los Apuntes, que hasta aquí llegan…por hoy y hay que seguir cuidándonos, ante la amenaza de un rebrote del coronavirus, si es posible, quédense en casa, lavado de manos, además del gel antibacterial y si tienen necesidad de salir, usen el cubreboca, so pena de ser multado por las autoridades, lo que dicen que se hará.

En esta nota