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Poder contra poder

Los vecinos de la Calle Huetamo del Fraccionamiento San Fernando, en Tecate, estamos sorprendidos por la consistencia con que el agente de la policía municipal, que denunciamos ante Sindicatura Municipal por el estruendoso ruido que hace, siga tan campante poniendo la música a cualquier hora del día y al volumen que desea.

Por el derecho a la libertad de expresió

Los vecinos de la Calle Huetamo del Fraccionamiento San Fernando, en Tecate, estamos sorprendidos por la consistencia con que el agente de la policía municipal, que denunciamos ante Sindicatura Municipal por el estruendoso ruido que hace, siga tan campante poniendo la música a cualquier hora del día y al volumen que desea. No nos cabe duda de que está tensando la resistencia del Síndico, no respetando las supuestas órdenes que le dio, demostrándonos a los vecinos que él tiene poder y lo ejerce. Mientras que esta lucha se da, los vecinos estamos en medio de este conflicto de potencias, con un definitivo incremento a la incomodidad y una escasa tranquilidad. Mientras que el agente disfruta de la música y su volumen, los vecinos estamos obligados a escucharla nos guste o no. A él no le importa si tenemos dolor de cabeza, si estamos enfermos, si los niños no pueden dormir, si es la tarde, la noche o la madrugada, si los ancianos están despiertos, si no se puede escuchar la televisión o nuestra propia música, ni nada. Son sus gustos y nada más los que rifan en nuestra vecindad.

Por otro lado, al Síndico Procurador le tiene sin cuidado la actitud del agente de policía. No hace nada para que, si no le baja al volumen, al menos respete el horario de descanso de nosotros. Si el Síndico Procurador le hizo alguna observación o lo dejó pasar, eso no lo sabemos. La conducta irrespetuosa la seguimos padeciendo y, a como se ven las cosas, así será por los siglos de los siglos. Hace unos días el grupo Tecate en pie de lucha, organismo ciudadano que defiende asuntos que afectan a la población, abogó en una reunión por beneficios para los agentes policíacos. En lo personal no estoy en desacuerdo, pero, deberían ver también las conductas negativas que con mucha frecuencia los policías despliegan contra los ciudadanos.

Sería interesante conocer la conducta que tienen los policías en sus vecindarios. ¿Son respetuosos de la gente? ¿Conviven con sus vecinos y se interesan en los problemas comunes? ¿Tratan de ser el modelo por seguir, influyendo de manera positiva en la vida de los niños y jóvenes que les rodean? o, por el contrario, imponen el poder creando una atmósfera difícil, pesada y egoísta, no estableciendo relaciones sociales con sus vecinos.

Como los vecinos de la calle Huetamo lo vemos, esto no debería estar pasando. No deberíamos tener está incomodidad ni tener que acostumbrarnos a ella, por el valemadrismo del Síndico Procurador. No deberíamos estar seguros de que las llamadas al C5, o al 911, son una pérdida de tiempo y un esfuerzo inútil. No deberíamos tener la convicción de que la conexión entre la denuncia al 911, la recepción de esta y la respuesta de la Dirección de Seguridad Pública no existe. Nadie asiste al domicilio del agente a llamarle la atención. No existe respeto para quién se atreve a denunciar y, si tiene consecuencias negativas para él, tampoco será protegido. Los ciudadanos somos seres de segunda, sin garantías ni derechos. Los poderosos policías seguirán haciendo de las suyas, mientras tengamos funcionarios públicos que le temen hasta a su sombra. Vale.

*El autor es Lic. En Economía con Maestría en Asuntos Internacionales por la UABC.

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