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Perseverancia

El planeta Marte siempre ha sido especialmente atractivo a la humanidad por ser el planeta menos hostil del Sistema Solar después de nuestro hogar, la Tierra.

El planeta Marte siempre ha sido especialmente atractivo a la humanidad por ser el planeta menos hostil del Sistema Solar después de nuestro hogar, la Tierra. No es precisamente que las condiciones allá sean agradables, con una temperatura promedio de -70 C, una presión atmosférica 100 veces menor a la nuestra y 60 por ciento menos gravedad.

Sin embargo, sabemos que hace unos 3700 millones de años Marte tuvo agua líquida y una atmósfera mucho más densa, y pudo, tal vez, albergar las condiciones adecuadas para sustentar algun tipo de vida simple. Por eso desde hace décadas, la humanidad insiste en buscar rastros de aquel Marte habitable.

Desde la década de los años 1970s, sondas robóticas y satélites, cada vez más avanzados han sido enviados a explorar, cada vez con más detalle, la superficie de aquel enigmático mundo. A la fecha más de 40 misiones espaciales se han enviado a Marte.

Entre las misiones más importantes de exploración de Marte, podemos contar a las sondas Viking, que hicieron experimentos químicos con la tierra marciana en busca de residuos orgánicos hace casi 45 años.

Estados Unidos definitivamente llevó siempre la delantera porque más de una docena de sondas Soviéticas fallaron en llegar a Marte y a sus lunas. En los años 1990s, y la primera década de este milenio, se reactivaron las misiones a Marte, esta vez hechas con fondos internacionales. Se han enviado satélites que han hecho mapas fotográficos de gran detalle de toda la superficie marciana, y sondas con vehículos todo terreno que han explorado rocas y cráteres con enorme delicadeza.

El 18 febrero de 2021, llegará a Marte la misión Perseverance (perseverancia), de la NASA. Su nombre hace posiblemente honor a esa insistencia de explorar el mundo vecino. Perseverance tocará suelo marciano cerca del ecuador, posándose esta vez en un cráter llamado Jezero, del que sabemos por imágenes de satélite que debió contener mucha agua líquida en el pasado.

La misión espacial lleva dos vehículos, uno que se mueve por el suelo, como sus antecesores, y el otro un dron, que hará sobrevuelos a baja altura para buscar cosas interesantes.

Los geofisicos que han estudiado a detalle las propiedades de las rocas y materiales en Jezero a través de imágenes y espectros, saben que la actividad térmica en el cráter permitió alguna vez la existencia de agua en estado líquido y también en forma de nubes y lluvia. Los materiales del cráter contienen hierro, magnesio y silicatos, y se sabe que formaron arcillas suaves.

Lo curioso de esto es que tales características son similares a las de ciertos cráteres en Australia que se piensa fueron las primeras ollas naturales donde se cocinó la vida en la Tierra. Las condiciones mencionadas duraron en Jezero poco más de 10 millones de años, un tiempo razonable para que la química natural formara compuestos complejos.

En la tierra dichos compuestos terminaron por formar moléculas autoreplicantes, como el RNA. ¿Habrán hecho algo similar en el Planeta Rojo? Cualquiera que sea la respuesta, estamos ante un momento muy emocionante.

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