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Matando la gallina de los huevos de oro

El estado de Baja California ha sido proclamado el campeón nacional en empleo en medio de una pandemia global.

El estado de Baja California ha sido proclamado el campeón nacional en empleo en medio de una pandemia global. Se dice fácil, pero hacerlo es extremadamente difícil. Según estadística de empleo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), de enero a septiembre de este año se perdieron 719,250 empleos formales en el país. El gran perdedor fue la ciudad de México con 221,411 bajas y tan solo 3 entidades de 32, tuvieron crecimiento en el número de empleo. Baja California lideró con la generación de 32,639 empleos formales y le siguieron Chihuahua y Tabasco, con 8,777 y 1,703, respectivamente. De los empleos generados en Baja California, Ensenada aportó 6,317, Mexicali 2,109, Tijuana 23,688, Rosarito 436 y Tecate tan solo 89.

Un optimista vería con gran alegría estos números favorables para nuestro estado, pero hay datos contundentes que indican que estamos muy lejos de realizar nuestro potencial, incluso posible, en medio de una pandemia global. La Asociación de Recursos Humanos de la Industria en Tijuana, A.C. (ARHITAC) fue fundada el 7 de febrero de 1984 por directores, gerentes y ejecutivos del área de Recursos Humanos de las empresas de Tijuana; esta, agrupa a mas de 250 empresas en Tijuana que representan arriba de 250,000 empleados formales que laboran en ellas. Las empresas afiliadas, están predominantemente en el sector maquilador y recientemente liberaron interesantes números producto de una muestra elaborada el pasado mes de septiembre con la participación de 96 de las más de 250 empresas afiliada de las cuales 92 eran de Tijuana, 3 de Tecate y una de Rosarito. En los hallazgos relativos a las 92 empresas de la muestra en Tijuana, se encontró con una planta laboral de 113,338 empleados totales, pero las empresas censadas manifestaron tener tan sólo en Tijuana 23,200 vacantes directas y 1,638 vacantes indirectas por llenar. Esto significa, que, si proyectáramos las vacantes disponibles a las mas de 250 empresas afiliadas en Tijuana utilizando una simple regla de tres, pudiera significar que, en Tijuana, tan solo entre estas empresas podrían existir por encima de 65,000 puestos de trabajo disponibles. Tomemos en cuenta en Tijuana tiene mas de 600 empresas maquiladoras totales y si nos atreviéramos a proyectar estos números a ese universo de seguro sería un número mayor.

Al platicar con el presidente de ARHITAC Tijuana Heriberto Galindo sobre este tema, nos comentaba que están en proceso de reforzar un programa de movilidad laboral geográfica, donde convocarán a personas desocupadas en otras regiones para que vengan a nuestra ciudad y estado a llenar los puestos de trabajo disponibles. Entre los inhibidores principales por los que ha sido complicado llenar estos puestos de trabajo y será difícil llenarlos, está la persistente mala percepción que tiene Tijuana respecto al tema de inseguridad hacia fuera del estado, además de la falta de disponibilidad de vivienda para trabajadores. Son estos inhibidores los que deberían recibir el foco de atención de parte de las autoridades locales; la crisis de inseguridad es compleja y requiere de la participación de los tres órdenes de gobierno para resolverla, pero si logran atraer talento hacia nuestra región, se encontrarán con un desabasto de vivienda asequible para la clase trabajadora, que está a punto de agudizarse por la falta de sensibilidad e indiferencia de parte de las autoridades municipales quienes pretenden imponer nuevos impuestos y restricciones a la construcción de vivienda que terminarán por romper el círculo virtuoso que se genera cuando la vivienda sigue al empleo y el empleo a la vivienda y terminarán por matar a la gallina de los huevos de oro.

Esto lo podemos evitar. Solo basta con escuchar sin prisa a los sectores involucrados y juntos proponer innovadoras soluciones que nos permitan encontrar los mecanismos para financiar la transformación urbana que tanto urge, al mismo tiempo que hacemos realidad todo el potencial que el círculo virtuoso del empleo y la vivienda nos permitirán obtener. Que se abra el diálogo, estamos listos.

* El autor es arquitecto tijuanense, pro ciudades compactas.

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