Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas / Columna Tijuana

López-Gatell en Ensenada

Desde poco antes del inicio de la crisis sanitaria a causa del coronavirus (Covid-19), la cara visible de la lucha contra esa enfermedad en México ha sido el doctor Hugo López-Gatell.

Desde poco antes del inicio de la crisis sanitaria a causa del coronavirus (Covid-19), la cara visible de la lucha contra esa enfermedad en México ha sido el doctor Hugo López-Gatell.

El presidente Andrés Manuel López Obrador eligió para dar la cara al epidemiólogo López Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, en lugar del secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela, que retomando las palabras del mandatario para sus adversarios, solo ha sido un florero y ha callado como momia en esta emergencia nacional y mundial.

En unos cuantos días López-Gatell se volvió uno de los rostros más conocidos en todo el País.

Pero lo que pocos saben en Baja California, es que quien hoy tiene la máxima responsabilidad de lidiar con la contingencia, López-Gatell, inició su carrera profesional en la clínica 8 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Ensenada.

Los médicos y enfermeras de mayor edad aún lo recuerdan como un médico interno destacado y responsable de los que, dicen, ya no se ven.

El entonces joven médico interno de 24 años, estudiante de la UNAM, estuvo en la ciudad conocida como la Cenicienta del Pacífico del año 1993 a 1994.

Luego se fue a Ciudad de México para continuar con su servicio social y realizar sus posgrados, que a la larga lo llevaron a estar a donde está hoy, al frente del País en la mayor pandemia de la que se tenga registro en los últimos 100 años.

Andan ‘sobres’ los policías

Sin un minuto que perder de los mil 440 que tiene una jornada de 24 horas, los policías de Rosarito están, como se dice, “sobres” de carros, camionetas y camiones que de acuerdo con los agentes son conducidos violando alguna disposición reglamentaria y representan una presa fácil para la extorsión.

De hecho, antes de la emergencia sanitaria por el Covid-19, las quejas sobre los policías intentando remolcar vehículos y pidiendo dádivas para no hacerlo crecían como la espuma, aunque esta práctica estaba más concentrada en los turistas, pero ahora la falta de ellos ha hecho voltear la mira de los policías hacia los habitantes de Rosarito.

Empieza a ser común en estos días ver a patrullas incluso a pocos metros una de otra, revisando vehículos, muchos de ellos por supuesto, con placas de carros “chocolate”, cuyos conductores tal vez estén más dispuestos a dar una “mordida”, antes que ver cómo la grúa engancha su auto.

Si se trata de una unidad Uber la situación cambia, pues en este Municipio la consigna es evitar a toda costa que presten servicio, lo que tiene preocupados entre otros a los restauranteros pues con esta contingencia sanitaria, la plataforma Uber Eats, no tendrá mucho alcance para la repartición de pedidos.

Algunos policías aseguran que las cuotas que se tienen que entregar al final del turno a los jefes no han bajado ni un centavo, ni siquiera por el Coronavirus.

Medidas extras

El Gobierno estatal anunció el aumento de medidas para prevenir un mayor contagio de coronavirus en Baja California, derivado del aumento de casos.

De entrada, el gobernador del Estado, Jaime Bonilla Valdez, informó que el Baja California se prohíbe que las personas estén deambulando por las calles, sin tener alguna actividad esencial que realizar como ir a trabajar, acudir a un hospital o comprar insumos para el hogar.

También se dio el aviso del cierre de las playas, así como el de los centros comerciales que no tengan un supermercado, como medida para evitar el aglomeramiento.

Además, el Gobernador del Estado señaló que se irán incrementado las medidas si los casos siguen en aumento, por lo que pidió a la ciudadanía hacer caso de las recomendaciones.

En esta nota