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Libro de Coello

La lectura nos hace más intuitivos y críticos, desarrolla nuestro pensamiento, potencia nuestro vocabulario, además de enseñarnos, por eso, recibir libros es fomentar la lectura, impulsar una de las actividades más sanas para la mente que existen.

La lectura nos hace más intuitivos y críticos, desarrolla nuestro pensamiento, potencia nuestro vocabulario, además de enseñarnos, por eso, recibir libros es fomentar la lectura, impulsar una de las actividades más sanas para la mente que existen.

Pero si además de eso, el obsequio viene de alguien cercano, culto, preparado en el tema de lo narrado en el libro y del tema; y además una gran persona como el sr Álvaro Bey, el libro “El Fiscal de hierro” de Javier Coello Trejo, toma una importancia relevante.

El autor del libro Javier Coello Trejo se declara un “enamorado de la justicia”. Conoce la satisfacción de encarcelar a personajes acusados de sabotear las instituciones del Estado mexicano, pero también ha tenido que enfrentar cuestionamientos por su cercanía con protagonistas de escándalos en la administración pública. Después de tener destacados puestos de la Administración Pública, desde López Portillo a Salinas de Gortari, decidió retirarse de la función pública y seguir en su despacho, pero salió a los escenarios nuevamente al dirigir la defensa de Emilio Lozoya, exdirector de Petróleos Mexicanos acusado de lavado de dinero y para beneplácito de los que nos gusta la historia contada por los que intervinieron de primera mano, sale este interesante libro. Al reverso del libro se lee: El presidente José López Portillo lo llamó “El fiscal de hierro”: fue el hombre que encarceló a secretarios de Estado, se encargó de la aprehensión de la Quina el líder petrolero más poderoso de finales del siglo XX, que capturó al narcotraficante Miguel Ángel Félix Gallardo y quien recuperó las joyas del Museo Nacional de Antropología. Esta es la historia de Javier Coello Trejo contada por él mismo. “Desde un principio dejé en claro que nosotros representábamos la ley, nunca permití que nadie se nos subiera a las barbas. Dicen que fui un cabrón; me acusaron, me persiguieron y me difamaron. Todo lo hice porque siempre he creído en la ley y en la justicia, pero, sobre todo, porque amo a México.” Conocí de cerca las entrañas del sistema, conocí a presidentes, procuradores, secretarios de Estado, gobernadores; combatí la delincuencia, la corrupción y la impunidad.” Hoy he decidido contar mi historia”: Javier Coello Trejo.

Con López Portillo, fue designado fiscal especial para el combate a la corrupción, investigó a tres mil funcionarios, exfuncionarios, empresarios y empleados del sector privado, de los cuales encarceló a mil 200. El oriundo de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, se distinguió por su dureza a la hora de aplicar la ley.

Y con Carlos Salinas de Gortari fue nombrado subprocurador de Investigación y Lucha contra el Narcotráfico en la PGR, con tres encargos: detener al dirigente nacional del sindicato petrolero, Joaquín Hernández Galicia “La Quina”, recuperar las joyas arqueológicas robadas del Museo Nacional de Antropología e Historia, y capturar al narcotraficante Miguel Ángel Félix Gallardo.

Álvaro Bay gracias por enviarme a viajar por medio de un libro, que como siempre digo, esto se escribió, ¿pero como fue lo que no se escribió?.

*El autor es Coordinador del Área Pericial del Instituto INJUS.

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