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“La última y nos vamos”

En 2017 los Toros de Tijuana conquistaron el primer campeonato de Liga Mexicana de Beisbol (LMB) en su historia y esa es una de las dos cosas que Jorge Cantú no ha podido olvidar de esa campaña.

En 2017 los Toros de Tijuana conquistaron el primer campeonato de Liga Mexicana de Beisbol (LMB) en su historia y esa es una de las dos cosas que Jorge Cantú no ha podido olvidar de esa campaña.

La otra es la despedida de Óscar Robles.

Aquella marcha histórica fue la última en la carrera del tercera base tijuanense, quien tomó la misma decisión que ahora comparte con el “Bronco “.

Retirarse a tiempo y anunciarlo previo a su última aventura es algo que muy pocos se atreven a hacer. Cada quien tendrá sus razones y formas de manejar su carrera.

En el caso de estos dos antesalistas Grandes Ligas, ambos supieron bajarse del vagón en la última estación del Metro. Ni antes, ni después.

Hace un par de semanas Cantú anunció en una emotiva rueda de prensa que la del 2002 será su última temporada.

La última y nos vamos. Sin tiempo para más.

Bien pudo haber cortado de tajo y decidir marcharse en ese momento, pero a Cantú le quedó muy grabada la “Gira de Despedida” que disfrutó Oscar Robles en 2017 con Toros de Tijuana.

Ese año, Robles también anunció que se iba al final de la campaña y fue objeto de reconocimientos en todas las plazas que Toros de Tijuana visitó.

En el tercer juego de cada serie como visitante, el equipo local le entregaba una casaca con su nombre en la espalda junto al mítico número “13”, mientras que en la pantalla gigante y altavoces resaltaban la carrera de uno de los hijos pródigos de Tijuana.

Lo mejor de todo era el aplauso de la afición que lo despedía al ser la última ocasión que lo verían como jugador.

Pedro Meré, quien fue su manejador ese año, también se unió al alboroto y daba de alta a Óscar Robles como coach en el tercer duelo de cada serie como visitante para que saliera entregar la alineación a los ampayers previo al juego

Robles jugó poco ese año en el que compartió la posición con Alex Liddi, pero la cereza en pastel a su carrera fue el campeonato. A eso agréguele que fue con el equipo de su ciudad natal.

Jorge Cantú quiere disfrutar de algo igual.

“¿Te acuerdas de ese año que tuve con Toros en 2017 cuando ganamos el campeonato?”, me preguntó el domingo en Ciudad de México.

“Ese año fue el último de Óscar Robles y eso se me hizo muy bonito y desde ahí traigo esa espina clavada porque que padre sería hacer eso en mi última temporada”, agregó mientras se preparaba para el duelo de pretemporada contra su ex equipo, Toros de Tijuana. “Aparte también quise anunciarlo y jugar toda la temporada para en las diferentes plazas a las que voy poder despedirme de gente que aprecio y que quiero mucho en el beisbol y que están en otras organizaciones”, comentó.

Y como si las cosas estuvieran dispuestas, la alfombra roja para salir de la larga fiesta tendrá su punto inicial en Tijuana, una ciudad donde el mexicano de McAllen, Texas, -los mexicanos nacemos donde nos da la gana- es muy querido y recordado.

Seguramente esa primera escala de despedida será la mejor y un ejemplo para el resto de las plazas.

“Será algo muy bonito para toda la afición y mi familia”, concluyó. Jorga Cantú ha sido siempre un profesional en toda la extensión de la palabra y muy respetuoso con su trabajo. Él ha sido bueno con el besibol y el beisbol ha sido bueno con él.

Ahora Cantú puede ir en paz. Su carrera ha terminado.

Sólo le faltan los últimos toques, decir adiós y quizá algo más. “Quiero retirarme como campeón”, concluyó.

Cuídese mucho

Buen día, hoy es martes; que le vaya bien.

Nos vemos en la parte alta del estado Chevron SDQ

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