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La pandemia vs crimen

Los homicidios dolosos no han podido ser frenados en Tijuana, ni con las promesas del gobernador Jaime Bonilla Valdez ni con la llegada de la Guardia Nacional la cual ha servido lo mismo que la Policía Federal Preventiva de Calderón, para nada, tan solo recordar los hechos violentos de 2008 a 2010.

Los homicidios dolosos no han podido ser frenados en Tijuana, ni con las promesas del gobernador Jaime Bonilla Valdez ni con la llegada de la Guardia Nacional la cual ha servido lo mismo que la Policía Federal Preventiva de Calderón, para nada, tan solo recordar los hechos violentos de 2008 a 2010.

Si bien es cierto que estamos viviendo la tercera fase de la pandemia del coronavirus en México, en la que se registrarán más muertes de las que ya se han tenido, no se compara, aún, con el número de muertos por el crimen organizado.

Pero también ha habido muertes por resistirse al asalto, criminales que por robar un celular o quitarle la bolsa a una mujer la asesinan, lo grave es que, como con el Covid-19, no hay una vacuna para ello.

Los médicos mexicanos, las enfermeras y enfermeros luchan a diario contra el Covid-19; las policías también contra el crimen, pero los resultados en ambos casos son infortunados.

Cuando un médico o enfermera muere a consecuencia de haberse infectado por tratar de salvarle la vida a un ser humano, nos duele y entristece; cuando matan a un policía o un militar o marino por tratar de frenar el crimen, a veces, también nos conmueve.

Esta semana nos enteramos de la Ley de Amnistía la cual aprobaron los señores y señoras senadoras de la República, claro de Morena, porque la oposición está desaparecida, no existe, no son contrapeso. Esta ley fue aprobada tal y cual la mandaron los diputados federales al Senado.

La ley contempla liberar a personas que hayan sido procesadas en el fuero federal por delitos contra la salud, como portación de drogas, aborto y robo simple y sin violencia ni armas de fuego. También contempla a los presos políticos e indígenas que no hayan tenido un juicio justo por falta de intérprete.

Según la Ley existe una precisión en la que no se concederá el beneficio de esta ley a quienes hayan cometido delitos contra la vida o la integridad corporal, ni a quienes cometieron el delito de secuestro, o cuando se hayan utilizado armas de fuego en la comisión del delito.

Para ello el Ejecutivo Federal o sea el presidente Andrés Manuel López Obrador será quien integrará una comisión que coordinará los actos para dar cumplimiento y vigilar la aplicación de la ley. Es más, se promueve esta ley en medio de la emergencia de salud por el Coronavirus. Por cierto, los senadores buscaban aprobar con rapidez esta ley argumentando ayudar a despresurizar los centros penitenciarios del país “como un acto humanitario” para evitar los contagios masivos de Covid 19 en las cárceles. El Ejecutivo tiene 60 días después de la publicación de la Ley para expedir el acuerdo que crea la comisión.

Mientras que en hospitales, clínicas, casas o en la calle mueren personas infectadas con Covid-19, en la calle, casas o a bordo de un vehículo mueren personas asesinadas la competencias en cifras de muertes está entre el Covid-19 y la delincuencia, en ambos casos no hay vacuna y ahora con más delincuentes en las calles.

* El autor es periodista independiente.

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