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La oscura transparencia

Desde siempre ha sido una de las principales promesas de los gobiernos.

Desde siempre ha sido una de las principales promesas de los gobiernos. En su nombre se han hecho miles de slogans en campañas políticas desde candidatos a las alcaldías, diputados locales, legisladores federales y, sobre todo, gobernadores, gobernadoras y presidentes de la República. Gracias a los enunciados en los que destacan esa comprometedora palabra, miles de candidatos ocuparon y ocupan actualmente, cargos de representación popular. Los votantes les creyeron y les siguen creyendo.

No hay discurso en el que nos se pronuncie y se oferte la transparencia en el ejercicio de gobierno, especialmente cuando de adjudicaciones de obras y gastos oficiales de los gobernantes, se trata. Y para fortalecer el discurso, los gobiernos han generado compromisos y firmado convenios con organismos e institutos ciudadanizados, para cumplir con esa promesa.

Pero en realidad, la transparencia sigue siendo una cuenta pendiente con la sociedad mexicana. Obtener información pública se ha convertido, sobre todo en estos últimos años, en una verdadera monserga para el ciudadano y, sobre todo, para los medios de comunicación. Cierto, te pueden decir que sí, pero no te dicen cuándo… Y a las pruebas me remito.

Con motivo del viaje realizado por la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda a la ciudad de Durango, Durango, el pasado domingo 22 de mayo para apoyar la campaña de la derrotada candidata de Morena al Gobierno de esa entidad, Marina Vitela, se solicitó vía internet a la Dirección de Comunicación Social del Gobierno del Estado de Baja California, la agenda de la jefa del ejecutivo estatal correspondiente a los días sábado 21, domingo 22 y lunes 23 de mayo del 2022.

De la misma forma, se solicitó informar de la vía de transportación, copia de los boletos del avión, en su caso vuelo redondo, copia de los boletos utilizados por la gobernadora y sus acompañantes, la relación de las personas que la acompañaron (por razones de seguridad, al menos un par de escoltas) y la relación de los viáticos utilizados por la gobernadora en su viaje a la capital de Durango.

Como responsables de la comunicación oficial de Marina del Pilar, la oficina a cargo de Néstor Cruz, a través de la Unidad de Transparencia respondió, en una línea que: “Este sujeto obligado no posee información respecto a su solicitud”, agregando la sugerencia que aparece en todos los “machotes” oficiales de que, si existe inconformidad, se puede acudir al Instituto de Transparencia y Acceso a la Información Pública dentro de los 15 días siguientes a la fecha de notificación.

No lo vamos a hacer. Es una pérdida de tiempo.

Pero este ejemplo inmediato pone en entredicho la promesa oficial de la entonces candidata y hoy gobernadora del Estado, de acabar con la opacidad en las acciones de gobierno y confirma que las oficinas de comunicación social, creadas originalmente para servir como enlaces entre los medios y las autoridades y facilitar el acceso a la información oficial, constituyen hoy día, más un obstáculo que un aliado para la libertad de prensa que tanto pregonan y presumen los nuevos gobiernos.

Difícil saber si la gobernadora, que en tiktok se muestra tan comunicativa y los miércoles de cada semana lleva a cabo su “mañanerita”, estará enterada que su oficina de comunicación social ni siquiera tiene registro de su agenda del fin de semana que viajó a la capital de Durango en plena campaña electoral. Preguntarle a Néstor Cruz sobre la agenda del domingo 12 de junio, cuando supuestamente la Gobernadora de Baja California no estuvo en Toluca, Estado de México, previo al mitin de Morena, sería ocioso. Su trabajo está limitado a proteger la espalda de su jefa y al envío de boletines oficiales.

El gobierno de Baja California sigue debiendo. Es una lástima que una exigencia social hacia los gobernantes y servidores públicos de todos los niveles, retomada como lema de campaña para obtener votos y alcanzar finalmente el poder, termine como la mayoría de las promesas oficiales y oficialistas: En la más oscura de las transparencias.

*El autor es Periodista con 45 años de experiencia, licenciado en periodismo, asesor en comunicación y marketing político, consultor de medios.

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