Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas / Columna Tijuana

La nueva normalidad: ¿Sálvese quien pueda?

Al parecer ese es el mensaje que envía el gobierno a la sociedad en tiempos de la emergencia sanitaria.

Al parecer ese es el mensaje que envía el gobierno a la sociedad en tiempos de la emergencia sanitaria. Durante varias semanas, se nos ha insistido en usar cubre bocas y guardar la sana distancia para evitar el contagio del Coronavirus 19. La gran cantidad de información que aparece en las redes sociales ha resultado muy contradictoria, sin embargo, la autoridad federal no ha sabido contrarrestarla y comunicar la realidad con un mensaje claro y contundente.

Se dijo que ya estamos saliendo de la emergencia y que la curva ya se iba aplanando, pero ahora, nos informan que todo el país se encuentra en semáforo rojo. No obstante, han dado el banderazo de salida, con limitaciones, pero al fin banderazo, para el inicio de actividades económicas. Esto ha provocado nuevos contagios que han superado las cifras de días y semanas anteriores.

Con esta apertura de las actividades económicas, desafiando o desdeñando el criterio sanitario, dando la impresión de estar emulando el modelo Sueco, que han permitido continuar con su vida normal sin tomar en cuenta las medidas sanitarias, en lo que ellos han denominado la “inmunidad colectiva” consistente en dejar que los mismos ciudadanos se cuiden de acuerdo a su conveniencia, sin limitar alguna actividad económica, ni suspender clases presenciales, pudiendo ya continuar con festejos, conciertos y todo tipo de espectáculos aunque impliquen asistencia masiva.

La estrategia estima que cuando el 60% de la población esté contagiada, la gente produciría anticuerpos y les permitiría tener ciudadanos más aptos debido a una selección natural, cuya supervivencia estaría marcada por la “ley del más fuerte”. La selección natural depende del medio ambiente y hace que las poblaciones se adapten a su entorno con el paso del tiempo.

En nuestro país, si el estado no asume la responsabilidad de elaborar reglas claras, para que la población entienda cabalmente lo que se pretende, dejarán la puerta abierta para que los contagios crezcan de manera exponencial, porque no toda la gente, entiende y cumple, hay muchas personas indiferentes, algunos piensan que la pandemia es mentira.

En Baja California, es responsabilidad del ejecutivo estatal reunir a los munícipes a fin de darles los lineamientos generales recomendados por la Secretaría de Salud. Es responsabilidad directa de los Ayuntamientos dar seguimiento y supervisión a todas aquellas actividades donde se concentren cantidades importantes de personas. Los protocolos deben ser elaborados de manera conjunta por los funcionarios y los responsables de cada giro dependiendo de la actividad.

Por tal motivo, los presidentes municipales deben convocar a reuniones de trabajo para darle claridad y certeza a la población con reglas claras y evitar en lo posible que la población empiece a desechar las medidas sanitarias o hacer caso omiso. Las reglas específicas deben contemplar actividades como el transporte, los cines, las iglesias, mercados, tianguis, bares, restaurantes, fábricas y maquiladoras por indicar sólo algunas.

Es importante mencionar la adecuación de estas reglas a las necesidades y realidades de cada municipio, pero también que sean compatibles con las directrices nacionales para que haya congruencia entre lo nacional y lo local. La gente está desesperada por salir de sus casas, por ir a trabajar, por ir de compras o efectuar todas aquellas actividades que realizaba de manera cotidiana.

Han sido muchos días de confinamiento, será impredecible saber que ocurrirá después de sentirse liberados, esperamos que los nuevos cambios por venir sean mejores para todos. Por otra parte, de no obedecer los protocolos, retrasaríamos más tiempo el regreso a esa nueva normalidad y aumentarían los decesos por descuido, o por desinformación, implicaría caer en la “ley del más fuerte”, “del sálvese quien pueda”.

* El autor es economista egresado de la UABC

En esta nota