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“La maldición de Preston Gómez”

El 21 de julio de 1970, en su segundo año de historia –debutaron en Grandes Ligas en 1969- los Padres de San Diego llegaron con un juego sin hit hasta la octava entrada.

El 21 de julio de 1970, en su segundo año de historia –debutaron en Grandes Ligas en 1969- los Padres de San Diego llegaron con un juego sin hit hasta la octava entrada.

Sin aceptar imparable, el lanzador Clay Kirby permitió una carrera en el mismo primer capítulo al regalar pasaportes a Tommy Agee y Ken Singleton, quienes avanzaron una base con doble robo y luego el primero anotó con rodado al cuadro de Art Shamsky que le dio a Mets una ventaja de 1-0 en el marcador de este duelo que se desarrolló en el desparecido estadio San Diego –que luego se llamó Jack Murphy y después Qualcomm- ante poco más de 10 mil aficionados.

La pizarra no se movió y llegó así hasta la parte baja de la octava entrada con una carrera para la visita que a pesar de la anotación todavía no había pegado un solo hit.

Luego de dos outs y sin hombre en base en el fondo de la octava, el manejador de Padres de San Diego, Preston Gómez, tomó la difícil decisión de llamar a un bateador emergente por el pitcher Clay Kirby, a pesar de la hazaña que este último cerca de conseguir.

En su defensa, al finalizar el juego, Gómez explicó que el juego estaba en la línea con una desventaja mínima para su equipo y que para él era más importante buscar la victoria que una hazaña personal de un juego sin hit.

El emergente fue Cito Gaston, -quien años después como manejador hizo campeón a Azulejos de Toronto en temporadas consecutivas- y fue dominado para que cayera el último tercio de ese octavo tramo.

A abrirse la novena entrada el lanzador relevista fue Jack Baldschun por Padres de San Diego, quien vio cortado el intento de juego sin hit al recibir tres imparables y dos carreras para que el juego finalizara 3-0 a favor de los neoyorquinos.

Desde ese día, se dijo en tono de reclamo que los “Padres jamás lanzarían un juego sin hit” y algunos aficionados bautizaron el hecho como “La Maldición de Preston Gómez”.

El diario San Diego Union Tribune documentó muy bien los reclamos de la afición en su edición del día siguiente y dio amplia cobertura a los dichos de los protagonistas del equipo local.

“Gómez se tiene que ir. Gómez se tiene que ir”, gritaron un poco más de cien aficionados que se quedaron varios minutos después del juego y se acercaron al dugout para hacerse notar.

Gómez se fue, pero más de dos años después al finalizar la campaña 1972.

Por su parte, Clay Kirby, el pitcher abridor que fue removido con el “sin hit” vigente dijo que se sorprendió por la decisión de su manejador al removerlo del juego.

“Nunca me gusta salir de un juego aunque vaya perdiendo por cien carreras, pero él (Gómez) ya había tomado la decisión. Un juego sin hit hubiera sido muy especial, pero hubiera preferido ganar el juego a lanzar un sin hit en una derrota”. Agregó en entrevista para el mencionado periódico.

Clay Kirby fue un lanzador derecho que debutó como profesional con Padres de San Diego en la temporada 1969 y contaba con 23 años el afamado 21 de julio de 1970. Ese año tuvo marca de 10-16 en ganados y perdidos con 4.76 de efectividad y tuvo la desdicha de ser el primer pitcher de Padres con veinte derrotas en una campaña, al acumular marca de 7-20 en 1969, a pesar de un respetable 3.80 en porcentaje de carreras limpias admitidas.

De vuelta con Preston Gómez, argumentó que entendía la molestia de los aficionados, pero que para él lo más importante era ganar y eso había tratado de hacer con el polémico cambio en la octava entrada.

“Sé que el muchacho (Kirby) se ha de sentir mal pero era una decisión que tuve que tomar. Los abucheos no me molestan ya que prefiero tomar una oportunidad para ganar el juego que perderlo en un juego sin hit”, mencionó.

De poco le hubiera servido a Padres ganar ese juego, ya que estaban jugando pelota de veinte juegos por debajo de la marca de .500 con un récord de 38-58, en camino a una campaña de 99 derrotas, en cambio, un sin hit hubiera hecho historia.

Tuvieron que pasar 51 años y 8 mil 206 juegos para que Padres consiguiera el primer juego sin hit en su historia. El viernes pasado (9 de abril del 2021), el recién llegado Joe Musgrove mantuvo los jardines inmaculados en un duelo contra Rangers de Texas y a diferencia de lo que estuvo a punto de lograr Clay Kirby, el de Musgrove también fue sin carrera.

Como en su momento las “maldiciones” de “La Cabra”, o la de “El Bambino”, el viernes la de “Preston Gómez” llegó a su fin.

Cuídese mucho.

Nos vemos en la parte alta del estadio Cevron SDQ

¡Goodbye Horses!

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