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La industria maquiladora

Con toda la intención, maloso que soy, dedico este comentario a nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador.

Con toda la intención, maloso que soy, dedico este comentario a nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador.

A principios de la década de los sesenta, del siglo veinte, los malvados y corruptos gobiernos del PRI, en un acuerdo con el gobierno de los Estados Unidos, introdujeron en la frontera norte de México, principalmente, la industria maquiladora.

Estas empresas, de manufacturas, empaque y con una enorme facilidad para exportar porque así quedó estipulado en los contratos respectivos entre ambas naciones. Mexicanos llegados de diferentes estados del país, sobre todo de Oaxaca, Sinaloa y Michoacán, encontraron empleo en las industrias maquiladoras de Tijuana, Tecate, Ensenada y Mexicali. Este impulso; este afán de los gobiernos del PRI a mediados de la década de los sesenta no tiene; no admite comentario negativo o adverso por los gobiernos de Morena hoy. Quizás más de un millón de trabajadores, familias, personas desesperadas en México buscando empleo encontraron asiento y sosiego, incluso casa donde vivir y que va, esta enorme estabilidad de familias mexicanas, de manera muy superior a vivir de la pobreza, mendigando ayuda del gobierno, que es lo que al presidente Obrador lo mantiene contento y sonriente. Incluso se ríe del pasado corrupto y malvado. Nosotros somos la salvación dice Marina del Pilar; nosotros no mentimos ni robamos.

No existe placer más digno y reconfortante que ver en la Plaza Río de Tijuana los sábados por la tarde a cientos de familias, trabajadores de la maquila disfrutando de su pobreza pero que supera con creces las limosnas que el actual gobierno de Morena da o regala cientos de miles de mexicanos en pobreza; solo que, apoyos tales no son el producto de un empleo formal y representan a la vez, de acuerdo como hemos venido observando, una tramposa manera de mostrar agradecimiento al señor presidente y de paso lograr que Morena sea hoy, parte fundamental de la “dictadura perfecta”,- de acuerdo con la expresión de Mario Vargas Llosa, cuando se refirió al PRI en la década de los setenta.

En México tenemos urgencia de impulsar las fuentes de empleo; de impulsar el desarrollo y crecer, y no necesariamente de ser felices. “La gente está feliz”, dice Obrador. ¡Claro, quien nunca ha tenido nada le resultan de enorme alegría los apoyo que el gobierno federal les da! Así de simple. Pero las limosnas no superan las fuentes de empleo a las familias. Tampoco se impulsa el desarrollo. México urge no de ser feliz vía un plato de lentejas de lo que tenemos urgencia es de un desarrollo integral.

Resulta muy lamentable y criticable a la vez, enterarnos por boca propia del presidente que el tren Maya lo construyen el ejército y el aeropuerto de Santa Lucía también lo está construyendo el ejército. ¿Y los cientos de miles de obreros, técnicos e ingenieros, etc. que claman por un empleo y que con todo orgullo nuestro mandatario grita a los cuatro vientos: No los necesitamos. Para eso está el Ejército.

Con el ejemplo del Tren Maya y la construcción del citado aeropuerto, Obrador muestra su desprecio a la creación de fuentes de empleo. La maquila en Baja California y en México entero resulta sin duda el mejor ejemplo para lograr la creación de empleo en el país, lo que al parecer a Obrador le molesta. Es muy difícil de entender a Andrés Manuel López Obrador. No existe en el orbe ningún país, por alegre que sea su gente, que viva de la limosna. La ecuación es muy simple.

*- El autor es artista plástico.

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