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Impuesto a los servicios de hospedaje

“Informa a nuestros compatriotas de que el impuesto que se pague con el propósito de educar no es más que la milésima parte de lo que se tendrá que pagar a los reyes, sacerdotes y nobles que ascenderán al poder si dejamos al pueblo en ignorancia”Thomas Jefferson

En Baja California actualmente tenemos un impuesto a los servicios de hospedaje el cual tiene por objeto los servicios de hospedaje que se reciban en el territorio del Estado, independientemente del nombre del acto que les dé origen.

Así las cosas, según la legislación regional, son sujetos de este impuesto, las personas que reciban los servicios de hospedaje, incluyendo hoteles, moteles, villas, cabañas, campamentos, paraderos de casas rodantes, marinas turísticas, y todo aquel establecimiento destinado a dar hospedaje.

En ese orden de ideas, resulta importante señalar que la base del impuesto será el valor de la contraprestación pactada por el servicio de hospedaje, sin incluir las demás cantidades que se carguen al usuario por cualquier otro concepto o por otros servicios relacionados con el objeto de este impuesto, siempre y cuando en el comprobante fiscal se haga constar en forma expresa y por separado el importe del servicio de hospedaje, así como el desglose de los demás servicios prestados.

Este impuesto se causa con una tasa del 5.0. Tratándose de servicios de hospedaje en su modalidad de moteles la tasa será del 7.0. Aquellos que presenten el servicio de hospedaje a través de las aplicaciones digitales que actúen como intermediarias, promotoras o facilitadoras se causará una tasa del 5.0

Ahora bien, resulta importante señalar que si se desea impulsar la región, particularmente la industria turística, debemos de hacer una de las dos cosas: 1.- Disminuir dicho impuesto o 2.- Crear un fideicomiso particular (que en teoría ya existe) para el impulso de la región, pero particularmente a través de campañas publicitarias y de generación de una mayor infraestructura que facilite el turismo, como por ejemplo el de abastecer de agua al Valle de Guadalupe, el cual tiene un gran desabasto o en su caso el de garantizar la seguridad a los turistas, hecho que también se tiene que procurar.

- El autor es abogado fiscalista.

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