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Genera ruido “aumento”

No hagas cosas buenas que parezcan malas, reza conocido dicho popular, y es que en Rosarito se ha armado todo un merequetengue con el supuesto incremento a las dietas (salarios) de los funcionarios de elección.

No hagas cosas buenas que parezcan malas, reza conocido dicho popular, y es que en Rosarito se ha armado todo un merequetengue con el supuesto incremento a las dietas (salarios) de los funcionarios de elección.

Si bien la alcaldesa, Araceli Brown, se ha enfocado en desmentir este supuesto desde hace varios días, lo cierto que en algún momento (cuando se aprobó el presupuesto de egresos 2020) la intención quedó clara, pues mágicamente hubo un incremento a la partida de dietas, que curiosamente refleja en números una cantidad de 20 mil pesos mensuales más para cada uno, que en los hechos no se aplicó.

Es decir, el dinero siempre estuvo ahí listo para ejercerse, pero por razones políticas no se hizo, y en la pasada sesión de Cabildo, que por cierto fue kilométrica rebasando las ¡6 horas en línea!, el tema salió a luz ya que a estas alturas era necesario hacer una transferencia para ajustar el cierre de presupuesto.

Tanto la regidora independiente Ornela Ruedas como la de Movimiento Ciudadano Norma Angélica Llamas, cuestionaron el presupuesto asignado y la transferencia que terminó siendo para pagar a otros empleados ajenos al Cabildo.

Pero como ya es costumbre en este cuerpo edilicio, el acuerdo se mayoriteó y todo pasó a segundo plano, al menos en ese momento.

Pero a través de las “benditas redes sociales” los cibernautas tupieron duro y con todo, a los regidores por la información vertida sobre los aumentos salariales, que en realidad nunca ocurrieron.

Por supuesto, Movimiento Ciudadano, ha querido sacar raja del asunto, que en realidad no quedó más que en intenciones, pero llama la atención que Brown Figueredo enfoque más su atención en aclarar información de las redes sociales, que en preocuparse por la inseguridad rampante, que a diferencia de ajustes presupuestarios no tiene, para cuándo arreglarse.

Sobre todo, porque ha expresado en varias ocasiones que los asesinatos que en este mes de septiembre se cometen casi a diario, no son de su competencia sino de la Fiscalía General del Estado, como si no fuera ella la encargada de la prevención de delitos en su municipio.

En municipio ajeno

Y otro que deja su municipio para promoverse es el alcalde de Ensenada, Armando Ayala Robles, que visitó Tijuana este jueves para hablar sobre su trabajo en el ayuntamiento, y cuando le recordaron los regaños del gobernador Jaime Bonilla a otro alcalde por hacer exactamente lo mismo, su respuesta fue: “yo no me hago el invitado, yo atiendo invitaciones”.

Ayala Robles dijo que “hay mucha gente de aquí (de Tijuana) que le interesa saber cómo anda Ensenada en seguridad o en infraestructura, quieren invertir”, por lo que seguirá viajando por la entidad “con mucho gusto” mientras lo inviten.

Entrado en confianza, siguió hablando e invitó a sus colegas de los otros cuatro ayuntamientos a visitar Ensenada e ir reactivando el turismo y las inversiones.

Pero el panorama que dio el munícipe a los integrantes del Grupo Político Tijuana tuvo claroscuros, mientras habló de las mejoras en infraestructura, también aceptó que los delitos de alto impacto se le dispararon 45 por ciento, además de un repunte en la violencia intrafamiliar durante la pandemia.

Ya en la atención a medios, el ensenadense enfatizó los valores de la Cuarta Transformación, pero cuando los periodistas de Tijuana lo cuestionaron sobre Eduardo Vega Zamora, hoy ex director de Bienestar Municipal que renunció cuando se filtró un audio en que se mofa de recibir moches para dar becas, no dio ningún adelanto de justicia en el caso, pese a que una de las promesas de Morena es combatir la corrupción.

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