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Escasez de semiconductores

El fin de semana platicaba con un amigo que trabaja en una empresa que exporta productos de tecnología.

El fin de semana platicaba con un amigo que trabaja en una empresa que exporta productos de tecnología. Me comentaba como su compañía tuvo un gran año durante la pandemia porque lejos de disminuir, los negocios aumentaron. En gran parte, debido a que los productos que manufacturan estaban en alta demanda durante los meses de confinamiento. Esta fue la historia de muchas empresas ubicadas en Tijuana.

La economía de Baja California registró un crecimiento del 2.9% para el primer trimestre de 2021, unas de las pocas entidades que creció durante este periodo de crisis. Esto se debe a que nuestra economía está plenamente insertada en el mercado de las exportaciones, una de las pocas industrias que nunca dejó de laborar a diferencia del turismo, entretenimiento y demás.

Sin embargo, esta época de vacas gordas comienza a toparse con las realidades de la economía mundial. Particularmente, el tema que preocupa a las empresas es la escasez de semiconductores. Todos los aparatos electrónicos que usamos diariamente requieren de semiconductores para funcionar. La demanda de productos tecnológicos (celulares, televisiones, computadoras) aumentó durante la pandemia porque todos estaban encerrados en sus casas. Además, la demanda de carros eléctricos y aparatos para minar criptomonedas despegaron y estos requieren todo tipo de componentes electrónicos.

Puede que usted lea esta columna desde su celular, computadora o tableta. En cuestión de una década, nuestras vidas se tornaron enteramente al mundo digital. Cada vez hay más personas y cada vez requerimos más aparatos electrónicos. El problema ahora es que la oferta no está al corriente con la explosiva demanda por estos productos.

En un escenario normal, las compañías productoras de semiconductores fabricarían más producto para el mercado. El asunto es que el año pasado se creó la tormenta perfecta, juntando la interrupción de cadenas de suministro e incremento en demanda de aparatos electrónicos, ambos exacerbados por la pandemia.

Al iniciar la pandemia, la industria automotriz tuvo que disminuir su producción, lo que representó reducir sus órdenes con proveedores de semiconductores. La producción de automóviles responde a la demanda del mercado, la cual disminuyó al inicio de la crisis, aunado al hecho que no había espacio físico ni lógica para producir carros en sobreoferta. En cambio, los proveedores de semiconductores redirigieron su producción para cubrir la creciente demanda de aparatos electrónicos.

Ahora que regresamos a la normalidad nos encontramos bajo un escenario donde la demanda de carros aumenta (eléctricos cada vez más) y la demanda de aparatos electrónicos persiste. Usted pregunte a cualquier amigo o familiar que trabaje en maquilas, la mayoría tiene bien presente esta realidad.

Regresando al plano local, en Baja California se generaron alrededor de 94 mil empleos en 2020 por las razones esbozadas al iniciar la columna. Muchas empresas aumentaron su plantilla laboral para poder cubrir la creciente demanda. Por fortuna, nuestra economía se dedica a la manufactura de exportaciones, mucho enfocado en tecnología. Sin embargo, en los próximos meses/años, veremos como esta escasez de semiconductores podría afectar a la economía local.

Corresponde a nuestras autoridades trazar un camino donde Baja California pueda preservar la resiliencia de su economía y encontrar nuevas fuentes de ingresos. La geografía nos da una ventaja competitiva que ninguna otra parte del mundo tiene. Debemos aprovechar esta situación para posicionar al estado como un polo de inversión en tecnología e innovación.

*- El autor es abogado y estudiante de maestría en administración y políticas públicas.

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