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El periodismo cultural en sus inicios

El periodismo cultural en nuestro país ha estado siempre acompañando, en menor o menor medida, al periodismo de investigación y promoción cultural desde hace siglos hasta nuestros días.

El periodismo cultural en nuestro país ha estado siempre acompañando, en menor o menor medida, al periodismo de investigación y promoción cultural desde hace siglos hasta nuestros días. Pero a partir de la segunda mitad del siglo XX, el periodismo cultural, con personajes como Fernando Benítez, Carlos Monsiváis, Huberto Batis y Paco Ignacio Taibo I, fue una fuerza importante para forjar en la opinión pública la idea de que la cultura mexicana era el fundamento de la identidad nacional y de que el arte mexicano era un recurso privilegiado de exportación al resto del mundo. Con el paso del siglo XX al siglo XXI, y con la democratización del consumo informativo vía Internet, el periodismo en general y el periodismo cultural en particular han sufrido mermas considerables a su papel social al tener que adaptarse, de mala gana, al nuevo ambiente de las redes sociales, en donde la información rigurosa y verificada debe competir con la información espontánea e instantánea, que no quiere profundizar en los asuntos del arte y la cultura sino disfrutarlos como un entretenimiento fugaz, como una aplicación interactiva más.

Pero no siempre fue así. Cuando pensamos en los espacios culturales que defendieron en su tiempo desde José Luis Martínez a Fernando Benítez, desde Carlos Monsiváis a Huberto Bátis, vemos las aportaciones que hicieron a la difusión de las actividades artísticas de toda índole a través de la difusión de nuestra cultura hacia el mundo entero, lo mismo que de la cultura de otros países hacia el nuestro. Y es, en esa labor que el periodismo cultural ocupa un lugar esencial para calibrar el camino avanzado de nuestros creadores, las rutas transitadas por nuestros artistas. Porque en buena medida este periodismo tuvo como centro de atención las artes en general, ya fueran literarias, escénicas, musicales, dancísticas, cinematográficas o visuales. Lamentablemente, en las historias del periodismo nacional, el cultural se circunscribe al centro del país y a los periódicos y revistas principales, dejando fuera el trabajo de centenares de periodistas que trabajaron la sección cultural a lo largo y ancho de México.

De esta forma, si examinamos la prensa regional, bajacaliforniana, lo que resalta es que, para contar una historia de la literatura bajacaliforniana, es indispensable adentrarnos en diarios y publicaciones periódicas de la que pocos ejemplares quedan, es remitirnos a la labor de críticos y reseñistas que trabajaron en nuestra entidad desde principios del siglo XX hasta nuestros días, hombres y mujeres que merecen ser estudiados por sus contribuciones al desarrollo de nuestras artes al ir a presentaciones de libros, exposiciones, tertulias, conciertos, obras de teatro y conferencias culturales. De esta manera, podemos fácilmente identificar a algunos de los periodistas, entre los que sobresalen Pedro N. Ulloa, que desde la Ensenada de 19031904, se dedicó a reseñar libros y bailes y conciertos con evidente gusto y placer. A él le seguirían Pedro F. Pérez y Ramírez, Alfonso Tovar, María Luisa Melo de Remes, Adolfo Wilhelmy, Rubén Vizcaíno Valencia, Valdemar Jiménez Solís y tantos otros.

Es notorio que estos periodistas eran, al mismo tiempo, creadores. Unos eran poetas. Otros eran novelistas. Otros dramaturgos. Pero con la excepción de Pedro Ulloa y Rubén Vizcaíno, pocos se animaron a hacer crítica de todas las artes. Lo mismo va para Sergio Búrquez, escritor y periodista nacido el 2 de junio de 1936 en Nuevo Laredo, Tamaulipas y fallecido el 5 de agosto de 2011. Búrquez, con los años, se convirtió en promotor cultural a través de la prensa escrita, la radiodifusión y la televisión. Le fue tan reconocida su labor que, en 2013, la XX Legislatura del Estado lo incluyó entre los 100 periodistas bajacalifornianos que engrandecieron a la entidad con su trabajo.

Sergio Búrquez fue, por casi cincuenta años, uno de los pocos periodistas culturales que ha tenido Mexicali. En los años setenta y ochenta del siglo XX, Búrquez difundió un periodismo atento al protocolo, a las buenas costumbres, a la exaltación de los artistas locales, a la alfombra roja de divos y divas que visitaban la entidad. Dos fueron las disciplinas que mejor cubrió: las artes visuales y las artes escénicas. Sin duda, don Sergio fue el periodista cultural del momento y más cuando el festival Octubre Internacional hizo de Baja California un escaparate de primer orden, en donde desfilaban cantantes, obras teatrales y compañías de danza de nivel nacional y mundial. En todo lo que hizo fue un profesional y eso se le agradece.

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