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El derecho a la vida

“Este es un asunto de las mujeres, lo tiene que resolver el pueblo”. AMLO

Por votación unánime la semana anterior la SCJN declaró inconstitucional la penalización del aborto. La decisión se dio a raíz de una controversia de inconstitucionalidad presentada en el estado de Coahuila, que lo penalizaba con tres años de cárcel. La jurisprudencia sentada por la Corte obliga a todos los jueces, estatales y federales, a seguir el mismo criterio nacionalmente. La ministra encargada de presentar la propuesta votada, aclaró que la misma no defiende el derecho al aborto, sino el de la mujer a decidir libremente sobre su vida. En la misma semana, la misma SCJN resolvió que los Congresos estatales no tienen facultad para legislar en ese tema ni en ninguno relacionado con los derechos humanos y su restricción. A pregunta expresa, el presidente Lopez Obrador se negó a opinar en el tema, argumentando su no intención de alentar la confrontación en un asunto polémico que puede desgastar la figura presidencial. El presidente tiene razón, el tema del aborto es controversial y genera divisionismo y confrontación, donde por un lado se defiende el derecho a la vida y por el otro el de la mujer a decidir libremente sobre su cuerpo. Existen países donde abortar es legal durante los primeros meses de gestación, pero en el caso de la resolución de la SCJN no menciona el término de interrupción del embarazo, quedando pendiente la legislación federal al respecto. Me gustaría aclarar que quien esto escribe esta en contra del aborto. En mi opinión, el derecho a la vida de un ser humano en gestación está por encima del derecho de la dueña del vientre que lo está gestando, pero mis fundamentos son más de tipo ético y moral. Sin embargo, las circunstancias en las que se da un embarazo no deseado difieren tremendamente dependiendo de los sectores sociales, de edad, y educativos de las mujeres que están sujetas a esta decisión. Definitivamente ninguna mujer aborta por gusto, y el forzarla a hacerlo en la clandestinidad las obliga a tomar riesgos adicionales de salud, escondiéndolas al mismo tiempo en el silencio y la hipocresía. Consecuentemente, es difícil entender como se puede encarcelar a una mujer en situación de vulnerabilidad, doble victimizándola, que quedó embarazada mas por falta de madurez y conocimiento, y que por diversas circunstancias decide abortar. El que la penalización del aborto sea ahora inconstitucional no debe ser motivo de celebración ni triunfalismo. Igualmente, no debe considerarse como un fomento a la práctica entendiéndolo en su verdadera dimensión de no criminalizar a la mujer que así lo decida porque ella no es un peligro para la sociedad. Como todos los temas relacionados al tejido social, se deben fomentar programas de prevención y concientización que prevengan embarazos no deseados. Igual que las drogas, el penalizarlo no ha funcionado ni va a funcionar. Se debe trabajar en una mejor educación sexual para adolescentes haciendo más accesibles los métodos anticonceptivos, donde sabemos de antemano que el pregonar la abstinencia no va a ser tampoco la solución. La prevención del aborto va más allá de legalidades, es un tema donde la sociedad en general debe involucrarse no para criticar y denostar, sino para apoyar y ayudar a aquellas mujeres menos favorecidas, en situaciones de vulnerabilidad.

*- El autor es Presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública del Estado

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