Dr. Arnoldo Castilla García
La vida nos marca cuando dejamos este mundo, unos a temprana edad, otros en edad madura y productiva, los que se van ya de viejos.
La vida nos marca cuando dejamos este mundo, unos a temprana edad, otros en edad madura y productiva, los que se van ya de viejos. Las historias de cada uno son marcadas por actos que nos distinguen como hombres (y mujeres) buenos o malos (malas), pero cuando llegó el momento, los que siguen vivos recuerdan, casi siempre, los actos buenos de la persona fallecida.
Esta semana le tocó el turno de viajar al más allá a una persona que admiré y de la que aprendí muchas cosas, me refiero al licenciado, Maestro y Doctor, Arnoldo Antonio Castilla García, quien durante 44 años estuvo formando abogados en la escuela o facultad de leyes de la Universidad Autónoma de Baja California.
¿Cuántos “licenciados” habrán pasado por su aula, cuántos habrán recibido instrucción por don Arnoldo Castilla? Cientos tal vez, pero lo más importante es que fue un hombre que no dejaba de prepararse para poder enfrentar a generación tras generación, digo enfrentar porque siempre hay algún alumno que dudara de su capacidad. Estudió tres maestrías y un doctorado, por cierto en la Universidad de Salamanca, España.
Don Arnoldo Castilla fue, siempre, una persona que le gustaba hablar de política y de leyes. En mi quehacer periodístico lo consulté cientos de veces, inclusive participó en programas de radio que realizaba junto con la periodista, Laura Tejeda. Nunca fallaba y su charla era amena y enriquecedora, para uno como conductor del programa como para la audiencia.
Arnoldo Castilla García nació el 20 de agosto de 1941, en Monterrey, Nuevo León. Se tituló de abogado en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, Castila García se casó con Teresa Gracia Gutiérrez, con quien procreó cuatro hijos: Arnoldo, Álvaro, Ariel, Cuauhtémoc y Gabriela.
Hace casi 40 años realicé un reportaje para un programa de televisión, “Primer
Día”, que se transmitía por canal 33 en Tijuana, sobre los niños y niñas que se veían afectados por muchas circunstancias, el reportaje lo titulé “Los Olvidados”, al ir a entrevistar al Juez Primero de lo Penal en Tijuana, Víctor Manuel Vázquez Fernández, me platicó de la frustración que vivió al no poder meter a la cárcel a un padrastro que había introducido una pinza para el pelo, conectada, a la vagina de una niña de un año que falleció, porque el Código Penal de Baja California lo tipificaba como algo asó como “atentados al pudor”, corría 1985. En 1989 se reformó el Código Penal y se insertó el término de “Violación Equiparada” y en esa reforma participó el licenciado Arnoldo Castilla.
Temas venían e iban durante la participación en radio de don Arnoldo Castilla quien publicó cuatro libros por la Universidad Autónoma de Baja California, que por cierto le ofreció un homenaje de cuerpo presente este viernes antes de llevarlo al panteón, sería una burla no haberlo hecho cuando dedicó 44 años a la preparación de abogados.
Fue agente del ministerio público, magistrado estatal y formó parte del Primer Consejo de la Judicatura del Estado, fue director jurídico del Ayuntamiento de Mexicali así como director Jurídico del Congreso del Estado.Fue columnista en La Crónica y Frontera y participó en decenas de programas informativos de radio y televisión. Falleció a los 81 años de edad en la ciudad que lo adoptó. Una de sus pasiones, la comida china la cual compartimos algunas veces. Descanse en paz, don Arnoldo Castilla García.
*El autor es periodista independiente
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