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Del Fray Nano a Puerto Madero

Ayer mientras revisaba los duelos de Toros de Tijuana en la temporada 2015, me topé con los playoffs de ese año en la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), en particular, con el paso de los “taurinos” en las dos primeras instancias de esa postemporada.

Ayer mientras revisaba los duelos de Toros de Tijuana en la temporada 2015, me topé con los playoffs de ese año en la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), en particular, con el paso de los “taurinos” en las dos primeras instancias de esa postemporada.

Los Toros de Tijuana llegaron a esa campaña, luego de quedar fuera de playoffs en 2014, año que, hasta la fecha, es el único en el que no ha habido playoffs para Tijuana.

Pero bueno, luego de revisar esa postemporada, me pude dar cuenta de que en ese periodo de poco más de tres semanas, los Toros de Tijuana vivieron dos de las victorias más emocionantes y dramáticas de su historia y aquí le voy a recordar la primera de ellas.

Se escribió el 26 de agosto de ese 2015 en el séptimo juego del Primer Playoff entre Toros de Tijuana y Diablos Rojos del México en el estadio Fray Nano.

Los “escarlatas” eran los campeones defensores y líderes generales de la temporada, por lo que llegaban como el primer sembrado y amplio favorito ante unos Toros que se clasificaron como cuartos del pelotón norteño.

Los “pingos”, dirigidos por Miguel Ojeda, defendieron su localía al imponerse en los dos primeros choques, sin embargo, en Tijuana la pasaron muy mal y fueron borrados en los tres juegos, forzando un retorno a la Ciudad de México con ventaja de 3-2 para la escuadra que comandó Juan Gabriel Castro.

De vuelta en casa, los capitalinos aplastaron 14-1 a Toros para igualar la serie ante una enardecida clientela que llenó el coso que debutaba ese año en la LMB.

Para el séptimo juego, el equipo tijuanense contó en la lomita con Barry Enright, mientras que los “rojos” le dieron la pelota a David Reyes para este duelo de vida o muerte, ya que el perdedor se quedaba en casa y el ganador se mediría a Acereros del Norte en la Serie de Campeonato.

Toros de Tijuana atacó temprano y de manera contundente, ya que Dustin Martin la botó con uno en base en la primera entrada y, aunque Diablos descontó con una rayita en el fondo de ese episodio, vino el mazazo tijuanense en la tercera tanda con el bat de Luis Mauricio Suárez, quien le desapareció la pelota a Arturo López y cuando esta cayó, ya los tijuanenses ganaban 7-1.

Parecía que el camino estaba allanado para que, sin complicaciones, Toros se coronara, pero eso de “sin complicaciones” estuvo muy alejado de la realidad, ya que los Diablos no se dieron por vencidos y vendieron cara la derrota.

Abajo 7-1, los dueños del patio sumaron en la tercera y quinta para ponerse 7-3, luego agregaron dos más en la sexta y abrieron su turno de la octava ronda con cuadrangular de Iván Terrazas que puso las cosas al “rojo vivo” con una ventaja que parecía muy débil ya en el marcador, con ese 7-6 que parecía no aguantar, ya que luego de ese bombazo, llegó Japhet Amador y casi se la echa a Dennys Reyes, pero se tuvo que conformar con el doblete para luego salir por el corredor emergente Samar Leyva, quien acercó el empate a la tercera base con toque de Emmanuel Ávila.

Ahí fue cuando entró el cerrador Mario Mendoza Jr, el “hombre del guante azul”, quien sacó un primer out de oro al dominar a Ramón Ríos con dura rola a la tercera base que tomó bien Óscar Robles, cerró al corredor de la antesala y sacó en la inicial, para que luego Juan Carlos Gamboa sonara línea a las manos del jardinero derecho que Lew Ford convirtió en el tercer out de la entrada y 24 del juego.

Ahí se escribió la historia de ese duelo, ya que Mendoza Jr. no tuvo dificultades en la novena entrada, al retirar en orden a Jesús López, Jesús Fabela y Carlos Figueroa para acabar el juego y completar la hazaña.

Esa fue la primera serie de playoffs que Toros de Tijuana ganó en su historia y lo hizo como los grandes, al dar la sorpresa del año, eliminando al súper favorito y campeón defensor, los Diablos Rojos del México, que curiosamente ese año disputaron su primer y su último juego contra Toros de Tijuana, ya que a los fronterizos les tocó inaugurar la campaña en el estadio Fray Nano.

De ahí a celebrar al restaurante Puerto Madero Polanco que se encuentra muy cerca de La Condesa y todo el equipo comió y bebió lo que quiso con el menú abierto para tan merecido festejo de una de las primeras victorias importantes del club.

Creo que esa noche, durante el juego, terminé con todas las uñas de mis manos y con una cajetilla entera de cigarros en el estadio Fray Nano.

Cuídese mucho y quédese en casa.

Buen día, es martes; que le vaya bien. Goodbye Horses!!

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