De nuevo, Darwin tenía razón

Esta pandemia ha sacudido en muchos aspectos la vida como la conocemos. En nuestro barrio global de Norteamérica, han contrastado el estilo y acciones de los liderazgos; la respuesta solidaria del primer ministro liberal Justin Trudeau de Canadá y su gobierno ha sido mayormente elogiada por los mismos canadienses y la comunidad internacional, sobre todo cuando lo comparas con sus socios comerciales del T-MEC donde los líderes de Estados Unidos y México han tenido resultados catastróficos en el control de la pandemia e intencionalmente han polarizado a la sociedad con posturas políticas ante inminentes procesos electorales.

Donde los tres países han coincidido, es en el crecimiento exponencial de su comercio electrónico a través de plataformas digitales como Amazon con presencia en los tres países y Mercado Libre en nuestro país. Tan sólo esta última empresa argentina ha aumentado 85% el valor de su acción el último semestre, agregando millones de nuevos clientes y miles de comerciantes a su plataforma, provocando un acelerado y frenético crecimiento que los ha obligado a contratar a miles de nuevos colaboradores, ya que ahora facturan en tan solo un mes, lo que antes de la pandemia facturaban en tres meses.

En la categoría de reparto con aplicaciones como Uber Eats con presencia en todo Norteamérica y la colombiana Rappi con gran presencia en México y América Latina, les han permitido a restaurantes, farmacias, super mercados y otros comercios locales, mantener su presencia atendiendo remotamente a sus temerosos clientes. Tan solo en el rubro de restaurantes, un estudio de Fintonic reveló que en el momento inicial del confinamiento en nuestro país, el consumo en restaurantes cayó 280%, mientras el consumo a través de aplicaciones como Rappi aumentó 44% permitiendo que muchos restaurantes continuaran operando durante la pandemia manteniendo parcialmente a su plantilla de trabajadores activos. Además, el crecimiento en la cantidad de nuevos repartidores ha permitido que miles de familias en nuestro continente encuentren empleo durante estos tiempos tan difíciles.

En entrevista con Forbes, David Geisen de Mercado Libre declaró: “Yo personalmente pienso que lo que estamos viviendo ahora es una aceleración de una transformación del comercio físico a digital, en donde muchos consumidores seguramente van a cambiar sus hábitos, van a seguir comprando en línea porque encuentran mucha conveniencia; no obstante, los fines de semana seguramente igual la gente va a querer ir a las calles, a las tiendas, a los centros comerciales, etcétera, pero entre semana, quizás, cuando tiene menos tiempo, van a preferir las compras en línea para ahorrar tiempo”.

Suscribo plenamente su opinión; aunque previo a la pandemia en nuestra familia hacíamos algunas compras de artículos de primera necesidad y alimentos preparados de manera digital, en la nueva realidad de los últimos seis meses, alrededor del 95% de las compras que hemos hecho como familia y empresa han sido en línea. Hemos conocido nuevos proveedores ante la ausencia digital de algunos de nuestros habituales proveedores y hemos probado otras marcas de los supermercados ante la escasez de algunas de las marcas que normalmente consumíamos. Cuando termine esta larga pandemia, seguramente muchos de nuestros nuevos hábitos y proveedores perdurarán. Sin embargo, los proveedores de servicios y productos que no pudieron adaptarse a esta nueva realidad seguramente ya no regresarán. Justo lo que sostenía Darwin, con su teoría de la evolución y selección natural.

* El autor es arquitecto tijuanense, pro ciudades compactas.