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Darle vuelta a la hoja

“La reconciliación es más bella que la victoria” Violeta Chamorro

Ahora que arrancó el XXIV Ayuntamiento de Tijuana, se hace más evidente la necesidad de que todos, sociedad, partidos políticos y gobierno, trabajemos hacia el mismo objetivo, el bienestar de Tijuana. Ya concluyó el periodo de inestabilidad política que generó los diversos cambios en la titularidad del Ayuntamiento de la Ciudad. Ahora viene una época en la cual se deberá buscar que las heridas provocadas en el campo de batalla político, cicatricen y todo aquello que fueron ánimos exaltados se conviertan en deseos de un mejor futuro para Tijuana, lo que fue rencor, sea pretexto para tejer en la pluralidad el destino de nuestra Ciudad. Lo que fueron envidias y golpes bajos, sean ocasión de encontrar la reconciliación entre las diferentes fuerzas políticas, porque por encima de una contienda electoral, está nuestro futuro. La sabia pluma de la democracia habló el 6 de junio pasado y decidió por una continuidad de colores partidistas, eligiendo a quienes estarán al frente de nuestros gobiernos en la Entidad. Por ello ahora, los partidos políticos deben modernizarse y ofrecer mejores opciones para re enamorar a su electorado. A partir de ahora, se escribe un nuevo capítulo en la historia política de Tijuana y en un mes más, de la entidad, con nuevos pesos y contrapesos, en donde nadie es mejor que los demás, donde los nuevos funcionarios han dejado de pertenecer a determinado grupo, para formar parte del verdadero servicio público, pero sin colores partidistas. Para Morena viene un momento de consolidación pero sobre todo de unión hacia dentro de su Instituto Político y saber estar a la altura de sus gobernados, convertirse en estadistas y no solo funcionarios, tener visión y espíritu de servicio y evitar ser flor de un día. Para los partidos de oposición, se abre la oportunidad de demostrar a la ciudadanía, que pueden cambiar y ofrecer mejores candidatos. Para todos, esta elección debe ser un aprendizaje, pues tenemos que sacar provecho de los resultados obtenidos, pero, sobre todo, debemos cerrar el capítulo de la discordia, el enojo, la ira, la envidia y todos aquellos sentimientos de frustración que en nada conducen a lograr esa Ciudad que todos queremos. Es tiempo, pues de cerrar filas, de unir esfuerzos, de aprovechar propuestas, aunque sean de otros pero, sobre todo, entender que Tijuana no se rehace cada 3 años (aunque ahora fueron solo 2). Tijuana se complementa con nuevas ideas y nuevas formas de gobernar, pero el destino y el rumbo no cambian, es el progreso, la seguridad pública, el combate a la pobreza, el desarrollo económico sustentable, la dotación cabal de servicios públicos a toda la población, el combate a la corrupción, etc. Lo que debe de cambiar es pues, el estilo de gobierno, no el sentido de bien común. Démosle pues, la vuelta a la hoja del capítulo electoral y construyamos esa nueva sociedad en donde todos, independientemente de filiación política, tengamos cabida.

*- El autor es asesor empresarial en cabildeo

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