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Catástrofes mundiales

La enorme capacidad tecnológica que hemos logrado en el mundo entero, principalmente hablando del Internet y las comunicaciones telefónicas, nos permite enterarnos en fracción de segundos, de sucesos extraordinarios en cualquier parte de la Tierra. 

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La enorme capacidad tecnológica que hemos logrado en el mundo entero, principalmente hablando del Internet y las comunicaciones telefónicas, nos permite enterarnos en fracción de segundos, de sucesos extraordinarios en cualquier parte de la Tierra. De esta manera, cuando existe un acontecimiento fatal que involucra a muchas personas, los países pueden organizar ayudas inmediatas para atender a los damnificados. Este es el caso de los terremotos que son fenómenos naturales impredecibles, que pueden suceder en cualquier parte del mundo. Por ejemplo, en el caso actualmente de Turquía y Siria, golpeados de manera extraordinaria con un muy fuerte terremoto, que es el culpable de más de 41 mil muertos más los desaparecidos. Hay países que han sido afectados con mucha frecuencia por terremotos devastadores. Están los casos de Japón y México, que se han distinguido por ser afectados por sismos. A pesar de todo, cada uno deja enseñanzas a los países, y los incita a buscar estrategias y a crear equipos que atienden las emergencias locales, y acuden a auxiliar otros países en plena desgracia.

Sin embargo, existe una amenaza que crece cada día en el globo terrestre, y es el incremento del agua de los océanos, por el aumento de la temperatura en la atmósfera. Las emisiones del dióxido de carbono provocadas por el excesivo crecimiento industrial, ha provocado el deterioro de la capa de ozono. El cambio climático está afectando a la superficie de la tierra y los mares, elevando la temperatura y derritiendo el hielo, incrementando así, el volumen del agua en los mares y océanos (según lo establece el artículo de Abigail Orús en el sitio Statista.com, en octubre del 2022).

De la misma manera se hace el análisis de que algunos países podrían estar en peligro de ser inundados y de desaparecer, obligando a sus poblaciones a emigrar hacia zonas más altas de la tierra. Países como Bangladesh, partes de China, India, Vietnam, Indonesia, Tailandia, Filipinas y Japón. Estos países tienen grandes posibilidades de que para el año 2100, sufran inundaciones catastróficas. Otros países como el Reino Unido, Turquía, Francia e Italia podrían también desaparecer. (Stéphanie Chevalier Naranjo, Statista.com).

Aunque muchas personas dirán que eso no nos tocará a nosotros, si es nuestra responsabilidad entregarles un mundo en mejores condiciones de habitabilidad, a las generaciones futuras. Sin embargo, ya estamos padeciendo los efectos del cambio climático, con zonas de tormentas devastadoras, que provocan enormes inundaciones en regiones del mundo, mientras que en otras partes, lo que se sufre son sequías por la escasez de lluvias.

Como el asunto de disminuir las emisiones de dióxido de carbono, afecta a las grandes industrias de los países, especialmente en China y los Estados Unidos, en donde hay enormes presiones para que no se les afecte, la posibilidades de crear leyes que obliguen al uso medido y racional de los combustibles, son escasas. Se tiene que reforzar la lucha en todas las instancias, exigiendo el descenso del uso de los combustibles que generan contaminación ambiental. Es una actividad que debemos realizar de manera consciente y constante. Si no lo hacemos, nuestra descendencia futura lo sufrirá, y el planeta pagará las consecuencias. Vale.

* El autor es licenciado en Economía con Maestría en Asuntos Internacionales por la UABC.

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