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Calamajué

Vocablo cochimí con el que se designa a toda una región del gran Desierto Central bajacaliforniano.

Vocablo cochimí con el que se designa a toda una región del gran Desierto Central bajacaliforniano. Los primeros en escuchar este sonido en las voces nativas fueron los exploradores españoles y otros europeos, que lo escribieron en sus diarios como “calamajuet”, quizá el sonido original nativo. De la Sierra de La Asamblea se desprende un arroyo que desagua las escasas lluvias y corre hacia el noreste, al Golfo de California. Cruza una sierra baja y de predominante laja verdosa que hoy llamamos Sierra de Calamajué, y entra a un enorme valle, también llamado de Calamajué, y desemboca en una cerrada y hermosa bahía, que los españoles llamaron el Puerto de Calamajué.

Este precario escurrimiento fue elegido por los misioneros Fernando Consag y Wenceslao Link para establecer la Misión de Santa María de Calamajué, que fundaron los padres Victoriano Arnés y Juan José Diez, pero apenas duró de 1766 a 1767, debido a que el agua resultó estar muy mineralizada. Entonces cambiaron su Misión a la Cañada de Kabujacaman, y heredó el mismo nombre de Santa María.

El pasado fin de semana pasado hicimos una travesía por estos sitios históricos miembros del Grupo Explorador Universitario, GEU, de la UABC y FUABC, para conocer de primera mano los escurrimientos que bajan del escarpe Norte, de La Asamblea. Ninguno de nosotros conocía el valle y la bahía de Calamajué. En noviembre de 2020 habíamos visitado el Cañón del mismo nombre y nos faltó llegar al mar. En la bahía hicimos campamento con vientos de 100 kilómetros por hora que se llevó a varias carpas con todo y catre, pero nos las arreglamos para cenar rico y compartir una austera fogata hecha con despojos del mar, ya que no había leña en los alrededores.

Calamajué se encuentra hoy dentro del Ejido Hermenegildo Galeana. Y contiene las ruinas de un antiguo asentamiento pesquero con varias edificaciones que caen en la categoría de pueblo fantasma. En 1990 todavía vivían aquí nueve personas, pero por las construcciones, debieron haber sido docenas de ellas. Lo más notorio fueron los enormes depósitos de conchas, al parecer de almeja Catarina, y quizá esta pesquería fue la principal actividad económica del lugar. Se entra por la nueva carretera San Felipe-Laguna Chapala (#5), en el nuevo sitio de Coco’s Corner, un ermitaño a quien el Ejido le ha confiado la llave de la puerta que permite utilizar la terracería pedregosa que conduce al sitio. También se puede entrar por la brecha tradicional del Camino Real Misionero desde la Carretera Transpeninsular o # 1.

Hay mucho más qué decir de esta remota y agreste región de nuestro Estado que abordaremos después. Me queda en la memoria la grata compañía de los asistentes, y el privilegio de haber observado a nueve coyotes y a ocho borregos cimarrones. Hoy es un día histórico y triste para México. Decidir si volvemos a la corrupción del pasado, o seguimos con la destrucción del País. Tan bajo valor tiene hoy nuestro voto.

*- El autor es investigador ambiental.

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