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Asume militar SSPCE

Apenas a unas horas de iniciar 2022 la seguridad pública a nivel estatal ha quedado a cargo de un militar, como ha quedado en decenas de lugares a lo largo y ancho de la República Mexicana.

Apenas a unas horas de iniciar 2022 la seguridad pública a nivel estatal ha quedado a cargo de un militar, como ha quedado en decenas de lugares a lo largo y ancho de la República Mexicana.

Lo que antes era una excepción, en el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador se ha convertido casi en una regla: Dar a los militares los organismos encargados de la seguridad pública. De esta manera, en presencia de la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda, el general de División Gilberto Landeros Briseño, levantó la mano para rendir protesta como Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana del Estado.

Se debe recordar que anteriormente existía la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, pero ésta fue desaparecida en la "mini gubernatura" de Jaime Bonilla Valdez, solo que al asumir Ávila Olmeda el cargo, decidió echarla a andar de nuevo solo que ahora con otro nombre. Originalmente se había comentado que el titular de la recién "resucitada" Secretaría estaría a cargo de Ricardo Iván Carpio Sánchez,

quien incluso ya daba entrevistas sobre las acciones a realizar para el funcionamiento en la dependencia. Solo que desde Palacio Nacional llegó la orden y recomendación de poner en el cargo a Landeros Briseño, por lo que Carpio se quedó con las ganas, aunque casi seguro será el próximo Fiscal General del Estado.

Habrá que conceder el beneficio de la duda al general Landeros Briseño, quien conoce la región por haber sido Comandante de la Segunda Zona Militar, para ver los resultados de su trabajo para al menos disminuir los índices delictivos en Baja California, principalmente los homicidios, que se encuentran en los deshonrosos primeros lugares a nivel nacional.

Energía

En los primeros meses del año en el Congreso de la Unión se discutirá la aprobación o no de la contrarreforma energética propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador, en la que supuestamente se busca “rescatar” la “soberanía” nacional en materia energética dándole a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) la mayor parte del mercado y poniendo trabas a los generadores privados de energía.

Este es un tema que en Baja California no debe pasar desapercibido, puesto que en la región hay empresas particulares que producen electricidad con energía eólica, solar y termoeléctricas, que en un momento dado podrían estar en riesgo en caso de ser aprobada la reforma propuesta por el Presidente.

Hay analistas y especialistas en la materia, quienes han reiterado que la contrarreforma eléctrica causará un serio perjuicio para el país en caso de ser aprobada, porque se estaría retrocediendo a la etapa priista de los 70s y 80s, en las que el gobierno tenía el control de la CFE y Pemex.

Para que la propuesta de reforma constitucional del presidente López Obrador pueda ser aprobada, requiere contar con la mayoría calificada tanto en la Cámara de Diputados, y es ahí donde aparece el PRI como el fiel de la balanza y empieza la duda hacia dónde se inclinaría, porque con el PRI todo puede suceder.

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