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Áreas verdes

Los espacios verdes son esenciales para el desarrollo urbano sustentable. Los parques, las plazas junto con los árboles urbanos no solo definen en gran medida la identidad y el atractivo de las ciudades, estos espacios abiertos contribuyen además a la calidad de vida de sus habitantes.

Los espacios verdes son esenciales para el desarrollo urbano sustentable. Los parques, las plazas junto con los árboles urbanos no solo definen en gran medida la identidad y el atractivo de las ciudades, estos espacios abiertos contribuyen además a la calidad de vida de sus habitantes.

Sin embargo, existe un mínimo de espacio verde recomendable, pero ¿cuál es? Las áreas verdes son los parques y jardines que existen al interior de la ciudad, espacios para jugar, ejercitarse o pasar un rato agradable a lo largo del día.

Estos espacios brindan enormes beneficios pues contribuyen al aumento de la calidad de vida de la población, así como al mejoramiento de la calidad del aire, disminución de islas de calor y en el mejoramiento de la salud de los habitantes, entre muchos otros beneficios. Un ejemplo de ello lo podemos encontrar en las culturas de la antigüedad como la civilización babilónica (o imperio babilónico).

Esta fue una cultura que se ubicó en la región central y sur de la Mesopotamia (cerca de la actual ciudad de Bagdad) y constituyó una de las civilizaciones más importantes de la región. El término babilonia significa en griego “la puerta de Dios” y en la Biblia figura como Babel. La civilización babilónica se destacó en áreas como la arquitectura, la astrología, astronomía y las matemáticas.

Fue esta civilización la que ideó un código jurídico de origen divino llamado el código de Hammurabi, conocido en la actualidad como la base del sistema jurídico moderno. La primera etapa del auge de la civilización babilónica estuvo ocupada en sus inicios por el rey Sumuabum, considerado el fundador de la dinastía.

Junto a sus cuatro sucesores formaron el amplio imperio babilónico, que alcanzó su apogeo con la figura del rey Hammurabi, a quien se conoce como el más importante de la primera dinastía. La segunda etapa, recibió el nombre de imperio neo babilónico o caldeo, entre los años 626 a. C y 539 a. C.

Existió en este período un hecho trascendental que figura en la Biblia: Nabucodonosor, quien reinó entre los años 605 y 563 a.C., convirtió a Babilonia en un gran centro cultural y arquitectónico, logró la dominación de Jerusalén y consiguió encarcelar al rey y a los nobles en la ciudad de Babilonia.

Los Jardines Colgantes de Babilonia, se atribuyen a Nabucodonosor II quien los construyó en honor a su esposa Amytis, hija del rey de los Medos. Nabucodonosor II ordenó construir cerca de su palacio elevaciones de piedra, darles la forma de montaña y plantarlas con toda clase de árboles.

Por deseo de su mujer instaló además un jardín como los había en la patria de ella." Los jardines estaban situados junto al palacio del Rey, precisamente al lado del río Éufrates, para que los viajeros los pudieran contemplar ya que el acceso estaba prohibido al pueblo. En la actualidad la cantidad de área verde que existe en una ciudad se mide en comparación con la población total que vive en ella.

Una de las ciudades con mayor superficie de área verde por habitante es Curitiba en Brasil, con 52 m2 por habitante, a esta le siguen ciudades como, New York., Madrid y Santiago. Y para nuestra ciudad ¿qué cifra tenemos? Pues bien, en nuestra ciudad no alcanzamos ni 1 m2 de área verde por habitante.

La OMS recomienda al menos 10 m2 por habitante, si Mexicali cuenta con 1 millón de habitantes deberíamos tener al menos 1,000 has de área verde o el equivalente a 23 campos de golf, estamos muy lejos de esa meta y algo tenemos que hacer para contar con lo recomendado por la OMS.

*- El autor es ex presidente de la Federación de Colegios de Ingenieros Civiles de la República Mexicana.

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