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AMLO se está convirtiendo en papá cangrejo

Entre la gente, tanto en México como en algunos otros países, existe una ¿fabula? que ha calado mucho en el colectivo donde se describe a los mexicanos.

Entre la gente, tanto en México como en algunos otros países, existe una ¿fabula? que ha calado mucho en el colectivo donde se describe a los mexicanos, éste diferencia a los cangrejos norteamericanos, japoneses y mexicanos, donde una persona va a comprar los crustáceos al mercado y nota que algunos se encuentran en una canasta tapados con una madera, otros están en una canasta más alta tapados con una madera y ladrillos, mientras que los últimos en un bote sin una tapa.

El comprador sorprendido pregunta al vendedor por qué la diferencia, éste le responde que los primeros son cangrejos gringos, los cuales si no son tapados, alguno empieza a escalar hasta que por esfuerzo propio salta de la canasta y se escapa; los segundos son japoneses y cuando uno se quiere escapar, empieza a apoyarse en los demás, y éstos van empujándolo hacia arriba apoyados en otros y así sucesivamente, de tal manera que se forma una pirámide hasta el borde y entonces el cangrejo se escapa.

Mientras que los últimos son los mexicanos, y cuando uno está tratando de sobresalir, entre todos se encargan de jalarlo para bajo. La fábula es harto conocida y es una ofensa para los mexicanos, pero en ocasiones tal pareciera que es un reflejo de la realidad.

Hoy, derivado de la pandemia mundial, hemos visto cómo diversas naciones han reaccionado al coronavirus, por ejemplo en China, luego de dos meses de disciplina, las restricciones se han comenzado a levantar, en Estados Unidos vemos acciones urgentes por contener la propagación del virus, mientras que en México, en un momento donde se necesita liderazgo y solidaridad, vemos que nuestro presidente ha dejado mucho qué desear.

Primero vimos un discurso falto de preocupación por parte del Presidente Andrés Manuel, incluso esta semana escuchamos al Jefe del Ejecutivo hacer entender que la pandemia es algo que le cayó como “anillo al dedo”, esto mientras vemos a un gabinete desdibujado, un gobierno desarticulado, sin pies ni cabeza, sin liderazgo y lo peor de todo, generando incertidumbre que ha provocado un necesario enfrentamiento entre distintos sectores.

Ejemplos sobran, pero los que más han calado por ejemplo, son el titubeo del gobierno federal al momento de hacer la declaratoria de una contingencia médica que al final quedó como una “emergencia” únicamente, escuchando a un epidemiólogo (muy preparado en su rama), pero explicando terminología constitucional con la Secretaría de Gobernación a un lado durmiéndose.

También vemos a un Canciller hablando de derecho laboral sin la Secretaría del ramo en la mesa, o viendo que un asunto que recae en un Secretario de Salud, pero este parece estar más que opacado por Hugo López-Gatell quien ahora se ha convertido en el héroe nacional a falta de liderazgo.

A la par, el Presidente ha mostrado dureza en contra de los empresarios, generando incertidumbre y enfrentamientos entre AMLO y la IP, entre los trabajadores con los patrones y entre los empresarios contra la mayoría de la población, todos claman por orden y certezas.

Como una mala copia del Presidente del Salvador, Armando Bukele Ortez, AMLO quiso salir a echarle la culpa a la IP, pero le salió mal, y como es costumbre, si las cosas salen mal, el presidente saldrá a echarle la culpa a alguien más (la mafia del poder seguramente), pero estamos ante un gobierno que no ofrece un solo incentivo o flexibilidad ante la crisis, esto advierte un escenario que se pudiera complicar al ver cómo se ha recrudecido los efectos de la pandemia en países poco preparados como Ecuador, donde están arrojando los muertos a las calles a falta de orden.

Así que ante la crisis, tal parece que el cuento de los cangrejos se hace realidad una vez más, donde el Presidente se ha convertido en papá cangrejo y en lugar de liderar acciones solidarias para todos, toma decisiones que tendrán como consecuencia lo mismo que el cuento de los cangrejos, para qué preocuparse de los mexicanos si ellos mismos se encargarán de tumbar a aquel que tenga la osadía de poder salir del hoyo al que podemos caer y más con el papá cangrejo que tenemos.

* El autor es periodista con 25 años de carrera, ha encabezado noticieros en la televisión internacional; ganó el premio Nacional de Periodismo y ha sido académico, además dirige la página www.alfredoalvarez.mx.

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