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A 36 meses de distancia

“No hay árbol que el viento no haya sacudido.” PROVERBIO HINDÚ

Hoy se cumplen 3 años de la asunción al poder del presidente López Obrador, por lo que vale la pena hacer un alto y analizar, los principales logros y las asignaturas pendientes de su administración. Entre los aspectos positivos, está la estabilidad en el manejo de las finanzas públicas, aunque algunos consideran que faltaron apoyos económicos para salvar a tantas empresas que frente al COVID sucumbieron por falta de recursos.

En materia de gasto social, este se ha incrementado considerablemente para beneficiar a más mexicanos, aunque el gasto de inversión, que es el que detona una economía ha crecido muy poco, salvo con las obras emblemáticas de la administración, como el Tren Maya, etc. Hubo aspectos externos que afectaron este trienio, los positivos fueron el crecimiento récord en las remesas de connacionales las cuales nunca estuvieron tan altas en la historia del país.

Otro elemento externo, es el provocado por la vulnerabilidad de los modelos de producción conocidos como “just in time”, que frente a la pandemia fallaron por lo que los proveedores mundiales, especialmente en el ramo de “microchips” tendrán que mudarse a nuestro país, generando nuevas inversiones. Otro elemento externo, pero negativo, fue la pandemia que provocó una caída del 8. 2 % del producto interno bruto (PIB) en el 2020.

Los aspectos negativos de esta administración, fueron diversos, especialmente la polarización provocada por clasificar a la población entre “fifí” o “chairo”, conservadores o seguidores de la 4T, lectores del periódico Reforma, etc. lo cual en nada abona a la unidad nacional.

Otro tema que dañó mucho la imagen de esta administración fue la cancelación de proyectos como el NAIM, el desconocimiento de contratos de inversión y el creciente intervencionismo del Estado en sectores clave, como el energético, cuestiones que han ido erosionando la confianza en el país, aunado al problema de seguridad y procuración de justicia.

Otros asuntos negativos fueron el nombramientos de personas inexpertas en el gabinete, como el caso de Pemex donde un ingeniero agrónomo, Octavio Romero Oropeza dirige la paraestatal más importante de México, o algunas candidaturas de impresentables como la de Salgado Macedonio, acusado de abusar sexualmente de al menos cinco mujeres, o Bartlett al frente de la CFE o que decir del promotor de la cultura en México, Paco Ignacio Taibo II, quien al frente del Fondo de Cultura Económica se hizo famoso por su frases como: “se las metimos dobladas, camaradas...” o el “Nos los vamos a chingar…”.

Los riesgos que se vislumbran en el camino son un gasto social elevado, difícil de sostener, pues ya no queda mucho por vender para “devolver al pueblo lo robado”. Un gran desafío es el incremento en la tasa de pobreza, el cual creció del 41,9% en 2018 al 43,9% en 2020, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social del Gobierno, el tema de la violencia desbordada con la política de “abrazos, no balazos”, o la contracción del 0.4% del PIB en el último trimestre o la inflación del 7% en noviembre, la mayor cifra en 20 años.

Todos los sectores de la sociedad nos tenemos que unir para hacer realidad el sueño mexicano de tener prosperidad y paz social.

*- El autor es asesor empresarial en cabildeo

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