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A 10 años de la guerra en Siria

En diciembre pasado se cumplieron 10 años de aquel trágico suceso ocurrido en Túnez en donde un modesto vendedor ambulante, fue despojado de sus mercancías y sus pocos ahorros por la policía del lugar... 

En diciembre pasado se cumplieron 10 años de aquel trágico suceso ocurrido en Túnez en donde un modesto vendedor ambulante, fue despojado de sus mercancías y sus pocos ahorros por la policía del lugar, en virtud de que no había pagado sus impuestos.

En respuesta, Mohamed Bouazizi, se inmoló y esto provocó una reacción en cadena, de muchos jóvenes que, aprovechando las redes sociales, denunciaron los abusos gubernamentales, generando un descontento social tan grande que llevó a la caída de varios gobiernos de la zona, lo que se conoció como la “primavera árabe”.

En muchos países árabes fueron cayendo sus dictadores, sin embargo, en el caso de Siria, las cosas no fueron iguales, pues su presidente, Bachar al Asad, prefirió reprimir ferozmente a su población molesta por un gobierno familiar iniciado desde los años 70 del siglo pasado cuando su abuelo se hace del poder en Siria, transfiriéndolo a su hijo quien gobernó 29 años hasta su muerte. Bashar lleva desde el 2000 al frente de Siria y se ha negado a dejarlo.

El 15 de marzo de 2011, tuvo lugar en Damasco la primera protesta por las calles de la capital. Esta es la fecha que se toma como referencia para el inicio del conflicto. Desde entonces la guerra ha provocado decenas de miles de muertos y el mayor éxodo de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial.

Según la Agencia de las Naciones Unidas para los refugiados, ACNUR, actualmente hay 59.5 millones de personas refugiadas que han tenido que abandonar su hogar a causa de conflictos armados y violaciones de derechos humanos. Ellos calculan que la cifra aumenta en 42.500 personas diariamente o 1,770 cada hora, de los cuales la mitad son niños. De esos casi 60 millones de refugiados, mas de 11 millones son sirios que han tenido que abandonar su país y que representa mas de la mitad de su población.

Lamentablemente esta guerra ha sido ocasión para que los grandes países tomen partido y apoyen a sus bandos preferidos, como el caso de Rusia que desde 2013, brinda apoyo logístico y material a Asad, sin embargo, a partir de septiembre de 2015 ha mandado aviones rusos para bombardear objetivos en Siria. Por su parte los rebeldes han recibido apoyo del estado islámico, con lo que el conflicto ya escaló a niveles internacionales.

Estados Unidos, Francia y Reino Unido, también han aportado pólvora al conflicto. Donald Trump lanzó en abril del 2020 su primer ataque contra fuerzas sirias estallando 59 misiles en la zona.

Vale la pena comentar que este conflicto ya ha dejado más de 300.000 muertos, lo que lo convierte en la guerra más grande de la última década, la crisis humanitaria más brutal del Siglo XXI y el conflicto más sangriento de la Primavera Árabe y todo esto por la tozudez de un líder que se niega a dejar el poder de un país que desde hace mas de 50 años es gobernado por su familia. Los países en vez de atacar deberían de obligar a Bashar a renunciar y permitir que los sirios escojan libremente a su gobierno.

*- El autor es asesor empresarial en cabildeo.

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