La Señora X

El presidente ha sido intimidado por una mujer de pequeña estatura pero con una gigantesca determinación; a él le es difícil aceptar que ella, proveniente de la Huasteca hidalguense, esto es, de una comunidad indígena, profesionista, empresaria exitosa y con una sólida carrera en la administración pública se haya convertido en una opción ciudadana para contender por la presidencia de la república. Su ofuscación es tal que ordenó a entidades del Estado, como la secretaria de Hacienda y la Unidad de Inteligencia Financiera, en clara violación a la ley, dar a conocer contratos de una de sus empresas; algunos de ellos incluso otorgados por entidades de gobierno de la actual administración federal.

Xóchitl Gálvez ha despertado la esperanza en muchos que atestiguábamos cómo solo hace unas semanas MORENA y sus corcholatas monopolizaban la agenda pública, que hoy vemos como el proceso del Frente Amplio Ciudadano ilusiona a millones que vemos en esta menuda mujer el talante y los tamaños suficientes para competir en la próxima contienda electoral del 2024. Es indigno que el presidente mienta, pero lo es todavía más cuando consuetudinariamente hace uso de los recursos públicos en perjuicio de los que hemos expresado nuestras diferencias con su modelo de país. Su obsesión por desmantelar las instituciones que han procurado ser contrapeso a su innegable acumulación de poder, como lo son la Suprema Corte de Justicia, el INE y el Instituto de Acceso a la Información, lo retratan a la perfección, un político chiquito, rodeado de políticos, como los que nos gobiernan en nuestro estado y municipios, todavía más pequeños y lambiscones que prefieren callar ante el recorte presupuestal que asfixia las arcas públicas en deterioro de nuestra gente y ellos, alcaldes y gobernadora, calladitos, acatando sin chistar, sin garbo ni dignidad alguna; total, lo primero es quedar bien con el inquilino de Palacio Nacional, al diablo los bajacalifornianos.

Xóchitl tiene un largo camino que recorrer: primero, convencer a muchos que ella debe de ser la abanderada del Frente Ciudadano, esto es, de la alianza del PAN, PRI y PRD; debe de ser tan contundente para que Movimiento Ciudadano venza sus temores internos y se sume a la misma, para ello deberá de soportar y salir avante ante la campaña de un gobierno federal y de políticos de quinta dispuestos a hacer todo lo que ellos prometieron no hacer y que, sin el menor de los escrúpulos están haciendo en contra de ella, para después convencer a millones de mexicanos que, la Señora X, es la mejor opción para brindar la posibilidad de la reconciliación nacional y después de ello iniciar el saneamiento de la estructura gubernamental que está tan dañada producto del gobierno actual.

Hay un largo trecho que recorrer, mucho que proponer y Xóchitl requerirá del apoyo de millones que estemos dispuestos a jugárnosla con ella; ahora es el tiempo de demostrarle a López Obrador que su palabra se cumplirá: o estamos con él o estamos en su contra; yo si lo estoy, no quiero más Bonillas, ni más Salgado Macedonios, nunca más Armandos Ayala, ni Bujandas, no más Kikos Vega ni pinches diputados lambiscones como los que aprobaron la ampliación de mandato en nuestro estado. Deseo menos inseguridad y más obra pública, menos desaparecidos en mi ciudad y más certeza de que gobernar no es sólo una mala obra de teatro. #MiVotoNoSeToca.

*- El autor es empresario y ex Presidente de Coparmex Mexicali.