Casetas

Apenas hace unas semanas quedó concluida y fue reabierta la caseta de cobro de la carretera Mexicali-Tijuana, a la altura del poblado El Hongo, casi un año después de haber sido destruida parcialmente por un tráiler que se impactó.

Así que de nuevo empezó el cobro de peaje de Caminos y Puentes Federales de Ingresos (Capufe), donde firma como directora a nivel nacional Elsa Julita Veites Arévalo, que en el caso de los automóviles es de 97 pesos, mientras en el caso de los autobuses y tractocamiones la cifra ya es de tres dígitos.

Se entiende que el peaje es para tener una autopista para mejorar la seguridad y el tiempo de desplazamiento, solo que alguien debería comentar a la maestra Veites Arévalo que el camino de plano está en malas condiciones desde el kilómetro 90 hasta el 117, donde termina.

En comentarios en redes sociales los usuarios en realidad aceptan el cobro, pero sí señalan las deficientes condiciones del pavimento, donde hay baches o de plano está mal parchado, como si el pago no fuera suficiente precisamente para tener buena calidad.

Curiosamente del kilómetro 63, en La Rumorosa, hasta el 90, la carretera es de concreto hidráulico en buenas condiciones, instalado en el sexenio del corruptazo gobierno del priísta Enrique Peña Nieto. Cualquiera pensaría que en el sexenio del actual presidente López Obrador iba a mejorar el tramo donde ya no es concreto, pero no fue así.

Quizá en el próximo sexenio de la morenista Claudia Sheinbaum Pardo ahora sí se le de atención a esa vialidad.

Por cierto, comentan que cuando se reconstruyó la caseta de peaje hubo propuestas de construir una rampa de frenado precisamente para que se desviaran los vehículos en caso de perder el sistema de frenos y evita chocar, pero los “genios” del centro del país lo consideraron innecesario porque estadísticamente son pocos los vehículos que se estrellan contra las casetas de cobro.

Sin liquidación

Buena parte del personal del Tribunal Superior de Justicia del Estado (TSJE) está consternado con la noticia de que su compañera jubilada licenciada Matilde Bastidas Salcido, conocida cariñosamente por el personal como “Mati”, está pasando un mal momento por un problema de salud que la mantiene hospitalizada en Mexicali. Todos han deseado lo mejor para “Mati”.

Lamentablemente con esta situación, sale a relucir que cuando se jubiló como sindicalizada, el Consejo de la Judicatura del Estado lleva tiempo posponiendo la entrega de la liquidación por el término de su encargo.

De hecho, ayer pasaron una hoja entre el personal para pedir a cada empleado una cooperación económica para Mati, quien durante años se desempeñó como actuaria del TSJE.

En las indiscretas paredes del Poder Judicial del Estado se escucha que no solo Mati se encuentra en esa situación en la que el Consejo de la Judicatura, presidido por el magistrado Alejandro Isaac Fragozo López, no paga la liquidación correspondiente a los trabajadores.