Tras la Conade
La Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte debe ser dirigida por alguien que conoce el tema, que ha sudado la camiseta, sufrido en los entrenamientos para llegar a la elite.
La Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte debe ser dirigida por alguien que conoce el tema, que ha sudado la camiseta, sufrido en los entrenamientos para llegar a la elite.
Pero haber sido un deportista destacado no garantiza una buena actuación al frente del máximo órgano rector del deporte.
Y para designar al titular de la CONADE, los encargados de hacerlo se han fijado más en la trayectoria deportiva, que en el trabajo que puedan realizar en lo administrativo.
El primer director fue Raúl González, el marchista que conquistó dos medallas en los Juegos Olímpicos celebrados en Los Ángeles, plata en 20 kilómetros y oro en 50.
Durante su gestión, también encabezó la Confederación Deportiva Mexicana y quería el mando del Comité Olímpico Mexicano, lo que no pudo lograr, ya que el COM es una embajada.
Su sucesor fue Ivar Sisniega, nacido en Estados Unidos, por cierto, pero representando a México, en pentatlón moderno, en los Juegos Olímpicos celebrados en Moscú, donde ocupó la posición, que mejoró a séptimo en Los Ángeles y se fue al 14, en Seúl.
De 2000 al 2006, la dirección de CONADE recayó en Nelson Vargas, maestro de educación propietario de escuelas de natación y experto en la materia, reconocido entrenador.
La siguiente administración la inició como director el que fuera futbolista profesional, Carlos Hermosillo, que a la mitad del camino tiró la toalla y fue sustituido por el Bernardo de la Garza, quien será jefe de la delegación mexicana que asistirá a los Juegos Olímpicos París 2024.
Otro que no concluyó su gestión fue Jesús Mena Campos, ganador de la medalla de bronce, en plataforma de 10 metros en los Juegos Olímpicos de 1992, en Seúl.
Fue sustituido por un amigo de Enrique Peña Nieto, Alfredo Castillo, quien no hace mucho fue inhabilitado por 10 años para que no pueda ejercer cargo público.
En el 2018 llegó Ana Gabriela Guevara, campeona mundial en 2003 y medalla de plata en 2004, en los Juegos Olímpicos de Atenas, en la prueba de los 400 metros planos, que también dominó en la Golden League.
Y pese a todo lo que se ha dicho de contra de la sonorense de Nogales, durante todo su mandato, ahí sigue y ha manifestado su deseo de ser ratificada en el cargo.
Pero ya hay nombres para que sean el relevo de la sonorense y dos son especialistas en clavados.
Uno, Rommel Pacheco, quien fue diputado federal, perdió la elección en la que buscaba la presidencia municipal de Mérida y como deportista, estuvo en las ediciones de Juegos Olímpicos en Beijing, Atenas, Río de Janeiro y Tokio.
Se menciona a María José Alcalá, actualmente presidente del Comité Olímpico Mexicano, primera mujer en recibir ese nombramiento, con participación en cuatro ediciones de JO.
En 1988 en Seúl, 1992 en Barcelona, 1996 en Los Ángeles y 2000 en Atenas, sin nunca haber subido al podio.
Y también, entre los posibles, está Moisés Muñoz, futbolista profesional y que ahora anda en los medios de comunicación.
Los encargados de nombrar el titular de CONADE deberían voltear a los estados donde se hace un gran trabajo al frente de los institutos del deporte, Jalisco, Nuevo León y Baja California, que han dominado la máxima fiesta del deporte infantil y juvenil mexicano, en los últimos años, aportando material para las representaciones mexicanas en justas internacionales.
Posiblemente nunca suceda, pero hay que mencionarlo, hay quienes merecen estar en ese puesto y tienen con qué hacer un buen trabajo.
Ya no hay más espacio para los Apuntes y hasta aquí llegan…por hoy.
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