Quieren cuidar el medio ambiente con la moda circular

HERMOSILLO, Sonora.- Desde hace 4 años Andrés García Johnson le dio una giro a la forma de vestirse pues dejó a un lado las ropas de marcas para usar ropa de segunda mano.

El joven de 24 años contó que tomó conciencia de lo contaminante que es la industrias textil y los continuos desfalcos que realizan las grandes marcas de la moda en el mundo al robar el diseño a desconocidos modistas.



"Empecé a ver documentales de la industria de la moda y cómo afecta al medio ambiente, las industrias del 'fast fashion', de estar cambiando tendencias nuevas o cambios de diseño".

"Muchas veces las tiendas grandes roban idea de los diseñadores y es tratar de no apoyar el robo de diseñadores", recordó.

NO ES FÁCIL

No todos en su casa están de acuerdo con esta manera de vestir señala el vecino de la colonia Pitic.

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"Casi todo lo compro en tiendas de Estados Unidos, pero he comprado cosas aquí también en bazares por ejemplo una vez al año se hace en el Seminario Mayor y he comprado ropa ahí", afirmó.

Más que una tendencia, dijo García Johnson, la moda circular es un movimiento de conciencia sobre el cuidado del medio ambiente con miras a evitar la contaminación.

Desde que estudiaba su licenciatura en la UVM empezó a usar ropa vintage y no le importó si había críticas hacia él por ello, ya que su meta es no apoyar el robo de diseñadores ni fomentar el consumismo del 'fast fashion'.

MÁS JÓVENES

Con esa idea la bióloga Andrea Soto Vázquez fundó hace dos años el Garage Safe Hermosillo para fomentar la moda circular, es decir, la reutilización de la vestimenta de segunda mano.

"La visión que tenemos es para personas de 20 a 35 años, aunque también van personas mayores, pero a la mejor en su casa no tenían el hábito de comprar de segunda o tienen cierto tabú con la ropa piensan que está sucia, desgastada".

"Participan de este rango de edad, siento que ha habido mucha respuesta positiva y a la gente le gusta, se ha dado cuenta que es algo normal, que no tiene porqué ser un tabú, a la ropa de segunda le puede dar una segunda oportunidad", apuntó. >

En cada bazar que organiza Andrea Soto Vásquez participan cerca de 50 personas con sus stands para exponer zapatos, accesorios, artesanías y ropa de segunda.

De hecho ha visto mucha asistencia, que fluye la gente al grado en el quepor momentos no se puede caminar entre el lugar.

Las prendas no sólo representan un estilo o una moda para vestir son el reflejo del trato que se les da a quienes lo confeccionan, si son manos de un obrero esclavizado entonces esa ropa no lo vale, indicó.

EL DESPERDICIO

Andrea Soto explicó que otra situación que analizó es la cantidad del agua que se desperdicia por ejemplo para fabricar un pantalón de mezclilla, pues se usan cerca de 5 mil a 7 mil litros de agua.

"No nomás es agua, son los químicos que se utilizan para poder fabricar ese pantalón", expresó la bióloga.

Los tintes y los textiles que se desprenden de la ropa que pertenece a la moda rápida son químicos y plásticos que van a desembocar en los océanos, estos micros plásticos los peces se los comen.

Recomendó utilizar la ropa que sea de algodón o lino ya que son fibras naturales, aunque no dejan de contaminar.

Hay muchas razones por las cuales quienes promueven la moda circular le dan una segunda oportunidad a la ropa, pero la principal es cuidar el planeta.