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El Imparcial / Sonora / Coronavirus en Sonora

“No quiero morir, ni ver muertos a mis compañeros”

La doctora Candy García, del área intensiva de dos hospitales Covid, señala que las últimas semanas han sido desgastantes

HERMOSILLO, Sonora.- “Nos da miedo que reabran las actividades no esenciales y empiecen a reactivar cosas del sector económico porque esto va a ser insostenible, entiendo que está quebrando todo, que debe haber una medida para eso, pero nos van a llevar al límite a nosotros y más gente se va a contagiar”, expresó con pánico la doctora Candy Alejandra García Aguilar.



Ella es intensivista del Hospital General del Estado y de la clínica 14 del IMSS, ambos reconvertidos a hospitales Covid. Consciente de la situación crítica que se vive en el Estado, externó: “Yo no quiero morir, ni ver muertos a mis compañeros”.



Relató que cuando ella y sus colegas empezaron a ver la pandemia más cercana, se sentaban a hablar sobre cómo iban a sobrellevar los momentos que se venían.



Alejandra es médico encargada del área de terapia intensiva en dos hospitales Covid de Hermosillo. También es presidenta del Colegio de Medicina Crítica del Estado de Sonora y reconoce que el personal médico en la entidad no es suficiente para enfrentar un padecimiento como Covid-19.



“Somos entre 30 y 35 médicos especialistas en terapia intensiva en todo el Estado”, señaló, “estamos distribuidos en Hermosillo, Nogales, Navojoa y Obregón, principalmente en municipios que tienen hospitales grandes y que tienen capacidad de tener terapias intensivas”.



Continuó: “Pero aun cuando somos pocos los médicos de medicina crítica, nosotros somos quienes vemos al paciente más grave. De acuerdo con las estadísticas mundiales, el 5 % de los pacientes que se infecten se van a complicar y van a requerir este servicio, pero la verdad es que 35 médicos no alcanzan en el Estado”.



HAY DESGASTE

García Aguilar explicó que la atención a pacientes con Covid no es nada parecido a lo que como médicos hubiesen hecho antes.



“Yo te puedo decir que todo el personal de salud estamos sumamente cansados porque la carga existencial es muy alta, cada vez hay más pacientes y la terapia intensiva ya se encuentra entre el 60 o 70 % de su capacidad y apenas vamos empezando las semanas críticas”, advirtió.



Además, los médicos no estaban acostumbrados a utilizar el equipo especial de protección, el cual a veces deben usar por más de seis horas: “Te duelen los hombros, hace muchas marcas porque tiene que tener mucha presión, no podemos salir a comer, tomar líquidos ni hacer del baño durante ese tiempo, y te hace sudar mucho”, describió.



Esto ha ocasionado, expuso, que compañeros médicos o enfermeros se deshidraten, sufran de infecciones urinarias por los pocos líquidos que toman, e incluso tengan laceraciones en la piel debido a la presión del traje.



“ESO SÍ ES UNA BURLA”

A todo ello se le suma que en ocasiones se sienten ofendidos por las personas que se mantienen incrédulas ante la magnitud de la pandemia.



Dijo: “Entendemos que hay gente que tiene que salir a trabajar, pero veo gente que sale a correr, a pasear al perro. Eso sí es una burla hacia nosotros, es ofensivo porque no es fácil ver que les va mal a los pacientes. Nos duele que se mueren, pero nos duele mal que a la gente no le importe esto”.



Pero si su labor ya es de por sí desgastante, la doctora también tiene que sobrellevar el estar alejada de su familia por miedo a contagiarlos. Hace más de un mes que no ve a su hijo de 4 años, ni a sus padres ni a su esposo. Lo que más le causa temor, compartió, es enfermar y no alcanzar a despedirse.



“Tengo miedo de morir”, confesó. “Yo creo que todos los doctores y enfermeras lo han platicado con sus familias porque hemos visto los peores panoramas. Yo ya hablé con mi esposo, le dije que a él no le debe pasar nada, porque yo todo el tiempo voy estar viendo este tipo de pacientes…

Él tiene que estar bien, porque si algo me pasa a mí, él tiene que estar con mi hijo. Es muy doloroso, la verdad, pero es así”.A pesar del temor a contagiarse, los médicos siguen firmes atendiendo a sus pacientes.

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