Intentan “revivir” el puerto de Yavaros tras meses de crisis

Yavaros.- Un aire de incertidumbre se respira en el puerto de Yavaros y en la mirada de los pescadores se refleja preocupación por la crisis que trajo la pandemia como una ola que arrasó con la economía de las familias ribereñas.

Con préstamos y sacando fiado en las tiendas, es como algunos sobrevivieron a lo que hasta ahora han sido los tres meses más fuertes de la pandemia para ellos y ya la consideran la peor crisis que han vivido en la última década, dijo el pescador Cristóbal Lugo.

“El puerto estuvo cerrado y nos fue muy mal, pero estuvimos pasándola ahí, sacando préstamos o pidiendo fiado”, expresó.

La zafra de lisa los “alivianó”, dijo, pues de este producto marino, cuyo precio anda entre los 15 y 20 pesos por kilogramo, sacan entre 20 y 30 kilos diarios.

“Depende del tamaño, pero una lisa mediana anda en unos 15 pesos y cada panga saca unos 30 kilogramos”, subrayó.

Por si los estragos del Covid-19 fueran poco, se sumó el mal tiempo que no los ha dejado trabajar, lamentó, ejemplo de ello es que estuvieron sin salir tres días por la amenaza del fenómeno tropical “Genevieve”.

“Depende cuanto dure el mal tiempo, pero cuando hay mucho viento podemos estar tres días sin salir”, agregó.

REACTIVAN COMERCIO

El comercio se reactivó ya en el puerto, y los pequeños restaurantes que lograron sobrevivir, están vendiendo, pero apenas obtienen el 30% de los ingresos que solían tener antes de la contingencia sanitaria.

José Ángel Gaxiola, en su lancha sale todas las mañanas al mar, en busca de almeja reyna y almeja chocolate, tratando de sacudirse la mala racha.

“Estuvo fuerte para estos lugares la pandemia, pero gracias a Dios salimos adelante con lo poco que teníamos de ahorros y producto que teníamos guardado”, apuntó.

RECUENTO DE LOS DAÑOS

Después de la tormenta viene la calma, dicen, pero los embates de la pandemia que llegó como un huracán, devastó la actividad económica de 5 mil familias del puerto.

Martín Ramón Valenzuela Ruelas, representante legal de la Cooperativa Loma Parda de Yavaros, indicó que unas 450 embarcaciones menores estuvieron paradas durante casi dos meses.

Son unas 5 mil familias las que se vieron afectadas desde que inició la pandemia, nosotros respetamos las reglas y la sana distancia y para la pesca nos ha ido muy mal”, señaló.

Algunos comercios pequeños de venta de mariscos no resistieron, apuntó, y cerraron pues sus propietarios buscaron otras fuentes de ingresos.

Hoy intentan regresar a la nueva normalidad, pero el turismo aún no se reactiva en su totalidad, ya que existen filtros sanitarios.

“Unos se dedican a la jaiba, otros a la almeja, otros al callo de hacha, pero ahí están subsistiendo porque el turismo que viene es el que nos hace fuerte, pero pues no entra porque hay filtros de sanidad”, añadió.

Lucio Ruiz Álvarez, pescador, dijo que su madre fue una de las comerciantes que cerró su restaurante y por necesidad se dedicó al descarne de jaiba.

“Esperemos que cuando se levante la veda del camarón nos recuperemos”, comentó, “ahorita la gente está haciendo reparaciones de sus pangas y preparando los chinchorros (tela para la zafra del crustáceo)”.

ESPERAN BUENOS TIEMPOS

Los ribereños dijeron que vienen tiempos buenos cuando se levante la veda del llamado “oro rosado” que deja una millonaria derrama económica no sólo para el puerto sino para la región, pues se genera una cadena de empleos.

“Viene la pesca del camarón y es una cadena que genera empleos desde la gente que los pesca, la venta, quienes los pelan y procesan”, subrayó el hombre de mar.