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Gastronomía en Sonora: Tienen cocineras mayos el sazón de sus ancestros

En un bocado son capaces de transmitir cientos de años de tradición y riqueza cultural de la etnia del Sur del Estado

NAVOJOA.- En un bocado de alimentos que envuelve misticismo en su sabor y preparación, las cocineras tradicionales de la etnia Mayo son capaces de transmitir la riqueza cultural de sus pueblos.

Con sus manos preparan a la leña platillos como gallina pinta (maíz con frijol), wacabaki o bebidas como el jipoco y café de talega, con lo que contribuyen a mantener vivas las tradiciones, pero además llevan el sustento a sus familias, mencionó Abel Ramírez Torres.

El presidente de la agrupación Jiapsy Yoreme expresó que las cocineras tradicionales son un “tesoro viviente”, pues guardan recetas ancestrales que llevan el sabor de sus tradiciones.

Quién al probar una tortilla cacheteada no se traslada a su infancia o al darle un sorbo al café caliente servido en un jarrito de barro no se conecta con sus raíces”, mencionó.

CONQUISTAN PARÍS

El sabor de los pueblos Mayos conquistó a París, Francia, uno de los centros gastronómicos más importantes del mundo; hasta allá llegaron las coyotas de pitaya elaboradas en la comunidad de Sirebampo, Masiaca, destacó Eudelia Verdugo.

Bajo una humilde ramada de carrizo, en el poblado ubicado a 28.4 kilómetros al Sur de la ciudad y donde habitan 656 personas, mujeres de la etnia Mayo preparan alimentos tradicionales y algunos que adecuaron como las coyotas, que si bien no son originarias de dicho grupo étnico, las hacen con pitaya, un fruto típico de la región.

Es una cocinita tradicional que como pudimos la hicimos”, mencionó la cocinera tradicional, quien elabora más de 25 productos con la pitaya y quien es reconocida por la Comisión Nacional Forestal (Conafor) por el cuidado de esta planta.

Sus productos, reiteró, llegaron a Francia (París) y a Estados Unidos, entre otros países, pero además dio un curso a cocineras tradicionales de Oaxaca.

“Cada año sacaba una receta diferente, me siento bien con lo que hago, me siento bendecida porque además es un recurso que se queda para las mujeres de aquí”, expresó.

El Imparcial: imagen de artículo

MEZCLA DE SABORES

Una mezcla de sabores entre alimentos de las etnias Guarijío y Mayo se da en Casa Etchohuaquila, una cocina tradicional, ubicada a la entrada de Fundición, en la Carretera Internacional Navojoa a Ciudad Obregón.

Del amor nació está combinación, pues Victoria Moroyoqui, de origen Mayo, se casó con Héctor Saila, quien pertenece a la etnia Guarijío y juntos iniciaron el negocio con el que buscan preservar sus tradiciones.

Tenemos trece años ya con Casa Etchohuaquila, nació con el objetivo de que hubiera un espacio que diera a conocer la gastronomía de los pueblos Mayos y Guarijíos”, mencionó la emprendedora.

Sopes, pozole rojo, wakabaki, acompañados con café de talega, son algunos de los platillos que con su olor atraen a los automovilistas que circulan por la carretera federal y que hacen una parada para degustar.

“Es un canal de comercialización que hemos construido, pero también darle importancia a los productos que tienen identidad del pueblo”, expresó.

Además, dijo, se venden artesanías como máscaras de fariseo, tambores, huaraches, entre otros productos que son elaborados por integrantes de los grupos étnicos.

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ES SALUDABLE

Por sus propiedades y por usar productos naturales como los nopales y quelites, la cocina tradicional de los Mayos es saludable, señaló Mary Eyras Ley.

La nutrióloga con más de diez años de experiencia en el ramo indicó que la dieta de los Mayos se basa en plantas como acelgas, quelites, nopales, frijol, entre otros, los cuales son ricos en fibras y antioxidantes.

Tienen buenas prácticas de cocina, suelen secar sus alimentos como frutos y no usan aceite, acostumbran mucho los caldos”, añadió.

Además son alimentos con altos contenidos nutricionales y utilizan endulzantes como el piloncillo.

“Son alimentos de fácil digestión, por ejemplo los quelites están llenos de antioxidantes”, puntualizó, “tienen técnicas culinarias muy buenas”.

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