Hermosillo: Adrián es el “rey de la tortilla”; hace hasta mil sobaqueras al día

HERMOSILLO.- “Me gusta mi trabajo, amo hacer tortillas”, así expresa Adrián Montijo García la alegría y entusiasmo con el que se levanta cada día a las 03:00 de la mañana para amasar y hacer las tortillas de agua, también conocidas como “sobaqueras”, famosas en todo Sonora.

Y aunque él vende tortillas en su hogar, en la colonia Coloso Bajo, por las tardes elabora la misma cantidad en un conocido restaurante de la ciudad, en total estima que puede llegar a hacer unas mil tortillas al día.

Casi nadie hace la tortilla grande, menos un joven, es una tradición muy bonita y es un arte, algo muy delicioso”, comenta Adrián.

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Desde los 8 años, el joven aprendió a hacer tortillas con su mamá y desde muy temprano en la mañana comenzaban la jornada del día para amasar, prender el carbón y hacer las tortillas.

“Mi mamá siempre hacía aquí en su casa para vender, venía cuando terminaba de estudiar en la primaria, por eso aprendí de ella”, recuerda el joven hermosillense.

Heredó de su madre la dedicación y las habilidades que le ayudaron a formar su negocio, en el cual vende y reparte paquetes de tortillas de agua, aunque también prepara comida para fiestas.

“Comencé a vender por mi cuenta como a los 13 años, repartiendo los paquetes entre las tiendas”, relata feliz mientras da forma a una enorme tortilla.

Menciona lo orgulloso que se siente por aprender tan joven y tener a sus 31 años un lugar que le genere ingresos propios.

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Adrián trabaja alrededor de 17 horas, la jornada de su negocio indica que inicia desde las 03:00 hasta las 10:00 de la mañana, donde amasa entre 20 y 40 kilos al día, que son hasta 500 bolas de masa.

También trabaja en un restaurante, donde hace la misma cantidad. Su destreza para manejar la masa llama la atención de los comensales.

Ahí comienza sus labores desde las 13:00 horas. Al ver a los clientes, considera que son más los jóvenes que consumen la tortilla grande en percherones de asada y burros de carne con chile.

Él siempre hace las tortillas a mano. “La verdad es un sabor muy diferente hacerlo a mano que hacerlo a máquina”, afirma con seguridad, “saben más ricas”.

Por lo general las personas le mencionan sentir admiración por su oficio, relata. A muchos les llama la atención que un joven haga tortillas grandes.

“Todo mundo está muy encantado con mis tortillas, gracias a Dios”, expone con orgullo y una sonrisa.

Y claro, él también consume su producto, su manera favorita de comerla es con queso y chile verde.

Él ama su trabajo y disfruta como nadie hacer tortillas, quizá por ello casi sin pensar hace ¡mil sobaqueras al día!