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El Imparcial / Hermosillo / Historia

"Estaba llorando de alegría porque todo salió bien"

La operación fue en la Unidad de Especialidades Médicas de Cirugías Ambulatorias.

Tan feliz estaba Alfredo Rivera Islas porque al fin pudo ser operado de una hernia en el ombligo que hasta lloró, expresó ayer su esposa Judith Ortiz.

"Gracias a Dios que está muy bien, me dice el doctor que hasta lo conmovió porque estaba muy agradecido, estaba llorando de alegría porque todo salió muy bien", relató.

El señor Rivera Islas es un vendedor de manzanas que hace dos semanas ofrecía como agradecimiento 50 manzanas a quien le donara sangre tipo O negativo, pues era el requisito que le impedía ser operado y su caso conmovió a los hermosillenses.

Su principal preocupación es su hijo Oseas Joel, un joven que padece del síndrome de Sanfilippo, una enfermedad que está dentro de la categoría de las enfermedades raras, también conocida como el Alzheimer infantil que degrada la mente al punto de olvidar respirar.


LOS CUIDADOS

La operación realizada ayer, sin ningún costo para la familia, en la Unidad de Especialidades Médicas de Cirugías Ambulatorias (Unemeca) duró dos horas y media. Ahora siguen los cuidados en casa.

Tiene que estar en reposo absoluto (su esposo Alfredo) y me están diciendo cómo limpiar el área donde lo operaron y todo y que la alimentación sea de dietas blandas, caldos, verduras, frutas para que no se vaya a enfermar del estómago y todo eso", explicó Judith Ortiz.

Serán tres semanas en las que Alfredo Rivera tendrá que reposar por indicaciones médicas, pero los cuidados en los movimientos de su cuerpo los tiene que mantener durante al menos tres meses.

"El mínimo esfuerzo que pueda hacer, ahorita vamos para la casa, me lo voy a llevar en taxi", expuso, "pues acostado unos días mientras que se le pase un poquito, porque al pasársele la anestesia y todo pues se va a sentir mucho dolor entonces unos días que esté acostadito ahí".

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