Crea un jardín por fuera de panteón; ahí vive a la intemperie

HERMOSILLO, Sonora.- A pesar de no contar con sus dos piernas, Ricardo Pacheco Camacho, de 38 años de edad, desde hace un año ha creado un jardín por fuera del Panteón Municipal, donde hay una imagen de San Judas Tadeo, quien lo ha protegido desde entonces porque ahí vive a la intemperie.

El 27 de mayo de 2015, Ricardo viajaba a bordo del tren desde su natal Ignacio Zaragoza, municipio de San Juan Lalana, Oaxaca, con destino a la frontera con Estados Unidos, y al llegar a Puerto Peñasco, sufrió una caída que le costó la amputación de ambas piernas.

“Me quedé sin pies cuando iba para el otro lado, en ‘La Bestia’, y me corté (las piernas) allá en Puerto Peñasco y gracias a Dios me trajeron para acá, en ambulancia.

Desde entonces, Ricardo reside en Hermosillo y aunque vive en la parte exterior del cementerio conocido como “Panteón de las Manitas”, en la colonia Sahuaro, aseguró que no se quiere regresar, ya que está a gusto con su jardín a lado de San Judas Tadeo.

Pues vivo por la gracia de Dios, pero yo me siento bien, me siento con felicidad porque estoy en lo fresco y ya que pase el calor voy a sembrar más flores”.

RECUERDA A OAXACA

Platicó que a diferencia de Hermosillo, en Oaxaca llueve mucho y hay bastante vegetación, y de ahí es de dónde le viene el gusto por las plantas.

De un año a la fecha, Ricardo tiene sembrado alrededor de 30 metros que están en la parte frontal del Panteón Municipal, sobre las calles Quiroga y Navojoa; su especialidad son las flores, expresó.

El oaxaquense se mueve con una silla de ruedas que alguien le obsequió e instaló un sistema de riego para que sus plantas no se sequen jamás, aunque una que otra sí se afectó, pero por otras cuestiones, asegura.

AHÍ QUIERE QUEDARSE

La respuesta por parte de los hermosillenses ha sido muy buena, dijo, ya que las personas que pasan por el lugar le agradecen que embellezca aunque sea una parte del cementerio,

Debajo de un árbol, muy cerca de San Judas Tadeo, de quien es devoto, ha sido el lugar donde duerme Ricardo desde que llegó al panteón y afortunadamente nunca le han hecho daño, ya que su santo lo cuida, pero pide que no lo quiten del lugar.