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Abre su casa, y su cocina, a los niños de su barrio

Silvia ha convertido su hogar en una escuelita en la que a los estudiantes no les falta un plato de avena para que estén atentos a sus clases

HERMOSILLO.- Desde inicios del ciclo escolar, Silvia Bedoy, vecina de la invasión Guayacán, ayuda a niños y niñas del asentamiento a tomar sus clases con apoyo de la agrupación Unidos por una Necesidad.

La madre de familia, de 42 años, indicó que son alrededor de 40 menores de nivel básico los que acuden a su domicilio a tomar sus clases en línea y a asesorarse.

"Tengo niños de preescolar, primaria, secundaria y preparatoria. Todos vienen en horarios diferentes, para que no se me junten”, detalló.

Es para que los niños no se atrasen, además de que muchos papás trabajan parte del día y aquí a como podemos les damos el desayuno y las clases, para que no caigan en el ocio”. “estoy muy agradecida, (porque) aunque sea poco, todo lo que damos es de corazón”.

Dentro de sus posibilidades, Silvia les ofrece un sencillo desayuno: Avena, atole o algún otro. Junto a su familia, la mujer se las arregla para que los niños que llegan a su casa no tomen sus clases con el estómago vacío.

“Mi esposo es el que trabaja y me da para poder ayudarles. En otras ocasiones gracias a Dios me donan leche, avena...”, dijo.

“Esto lo hago con lo poquito que tenemos y nos donan”, añadió.

“Gracias a Dios las personas vienen y al menos para una avena nos alcanza para darles”.

NOBLE LABOR

Aunque ha sido un año escolar muy difícil, Silvia continúa con el buen ánimo de ayudar a los menores con su educación, con el apoyo del colectivo y, pese a no ser maestra, se asesora con conocidos o se apoya con las clases

¡POR LA EDUCACIÓN!

Silvia Bedoy expresó que a pesar de las dificultades, la "Escuelita en mi Barrio" ha logrado salir adelante.

El Imparcial: imagen de artículo

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