Isssteson

Los ciclos de creación en el México pos revolucionario fueron fructíferos, grandes instituciones de todo tipo y orientación vieron la luz en distintas épocas, en consecuencia, también en los estados se empezaron a crear instituciones renovadoras.

En agosto de 1962 el gobernador Luis Encinas Johnson citó a algunos funcionarios en Palacio de Gobierno, la estabilidad económica posibilitaba que los gobiernos estatales iniciaran la formación de instituciones, y que estas cambiaran el rostro social en los estados.

En aquel día de verano, el mandatario les transmitió de viva voz el proyecto de crear una entidad que concentrara todos los servicios sociales que el Gobierno estatal debía otorgar a sus trabajadores. Las pensiones, préstamos personales e hipotecarios, servicios médicos, todo lo que estuviera bajo este propósito debía quedar bajo la tutela de un solo organismo, con la asesoría del Issste federal, el Gobernador pensaba lograrlo.

Con el encargo formal del mandatario se pusieron a trabajar en el diseño y atendiendo a sus experiencias laborales se distribuyeron las tareas. Gerardo Gaona, auxiliaría en lo financiero; Alberto Barreda Robinson, se concentraría en lograr un padrón de empleados, maestros y beneficiarios; César Tapia Quijada, encabezaría el equipo y los esfuerzos, le daría forma al conjunto de ideas y trabajaría en una ley que otorgaría una base jurídica a la nueva institución.

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CERRO DE LA CAMPANA

En sexenios anteriores se había creado el Fondo de Protección Burocrática, que en la administración del gobernador Ignacio Soto, se había convertido en Dirección de Pensiones, esta serviría de punto de apoyo para lo que se planeaba.

Los problemas legales, políticos y financieros se fueron resolviendo paulatinamente, pero había uno que faltaba salvar: El servicio médico. Gracias a la participación del doctor Carlos Tapia, quien presidía la Federación Médica de Sonora y gozaba de una gran ascendencia en el gremio, su ingeniosa propuesta desbarató el nudo, planteó un sistema abierto y con aranceles.

Los médicos desde sus consultorios tratarían a los pacientes, los hospitales privados se sumarían con todos sus servicios, de la misma forma los gabinetes de radiología y laboratorio, todos bajo un esquema de tarifa especial. En farmacia se creó un sistema mixto, una farmacia central para Hermosillo y en el resto de los municipios se subrogaría. El Gobierno del Estado, sin gastar un centavo en la construcción de inmuebles, contratación de personal y compra de equipo, resolvía una antigua demanda y cerraba el círculo virtuosamente, el 31 de diciembre de 1962 se publicaría la ley 38 que daría vida al Isssteson.

Para 1963 entraba en funciones el Isssteson, César Tapia Quijada, sería su primer director, se inauguraba con un servicio médico abierto y de calidad, la institución se encargaba de calcular el monto de aquellas prestaciones en una oficina administrativa y, con el auxilio de la Federación Médica le pagaba a los médicos afiliados sus honorarios. Durante algunos sexenios prevaleció con éxito esta modalidad, mientras el organismo construía sus instalaciones y contrataba personal.

Hoy la realidad es otra, no pretendo minimizar ni eludir el gravísimo costo de la corrupción y la incompetencia, pero creo que en tiempos de crisis vale la pena revisar el origen, lo peor que se puede hacer es tabla rasa del pasado y no aprender de los que nos antecedieron.

Hay que destacar la imaginación de los funcionarios de entonces, pero también la voluntad de los médicos de la época, pero lo que mejor funcionó y contribuyó al éxito, fue el reconocimiento social que tenían los protagonistas, la confianza es un patrimonio invaluable, eso nunca hay que despreciarlo.

El autor. Ex presidente de la Sociedad Sonorense de Historia, colaborador en temas históricos, políticos y culturales distintos medios de comunicación. Ex funcionario cultural. actualmente dedicado a su práctica privada como odontólogo.