Miky llega al cine
Luis Miguel ha asegurado no arrepentirse de nada de lo que ha hecho en su carrera profesional, ya que todos los momentos lo han convertido en el artista que es hoy.
43 años después de su inicio, se sabe que si hay algo que no está dispuesto a hacer es regresar al cine; sin embargo, en su momento, a los trece años filmó la primera de sus dos películas, “Ya nunca más”, dirigida por Abel Salazar y donde compartió créditos con Gonzalo Vega, quien además de hacerlo sentirse cómodo durante la filmación, lo trató como a un hijo y eso puede verse reflejado en la pantalla.
La trama de la cinta consiste en un niño que debido a una enfermedad que no sabía que padecía, al accidentarse en una motocicleta los médicos se ven en la necesidad de amputarle una pierna.
El largometraje se convirtió en un éxito de taquilla ya que además de la actuación, en esa película se incluyen varios temas interpretados por cantante, que lo colocaron en los primeros lugares de las listas de popularidad.
Durante las filmaciones, el niño que jugaba a actuar todavía llevaba una vida relativamente tranquila ya que entonces Marcela, su mamá, le hacía el almuerzo en casa, para que lo comiera en los descansos de las grabaciones y que consistía en tortas de jamón con queso, que hasta se daba el lujo de compartir con sus compañeros.
Sus primeros dos años de su carrera profesional fueron muy distintos a lo que pasó tan sólo meses después, cuando ya le era imposible siquiera ir al cine o a un restaurante y la fama que pudo abrumarlo, se convirtió en su fiel compañera y como siempre lo ha repetido, es en el escenario donde encuentra su felicidad absoluta y su plenitud.
Igualmente, se sabe que su negativa a volver a actuar se debe en gran medida a la exigencia que tuvo de su padre al momento de las grabaciones, con sesiones maratónicas que llegaron hasta a enfermar a Luis Miguel.
Con apenas trece años cumplidos, el cantante empezaba a pagar el precio que exige la fama y ser exitoso, pero supo asimilarlo y se ha convertido en su fiel compañero por más de cuatro décadas.
Canciones como “Amor de escuela”, “Recuerdos encadenados” y “Ora Pronobis” quedaron grabadas en el legado musical del cantante infantil, que interpretaba canciones de adultos y que gustaba a chicos y grandes.
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