La boda

Desde su llegada a la Ciudad de México, Luis Rey entabló una relación de amistad con el entonces jefe del Departamento de Policía y Tránsito del Distrito Federal, en el sexenio de José López Portillo, el sonorense Arturo “Negro” Durazo.

Aunque nunca se ha comprobado, se dice que fue el quien apoyó, incuso económicamente en ese momento la carrera de “El Sol de México”, para que sus primeros dos discos y las giras promocionales correspondientes pudieran realizarse.

Lo que está comprobado fue que precisamente por esa amistad y por recomendación de Durazo, el niño de once años se presentó en la boda de la hija del presidente de la Republica, Jose López Portillo, impresionando a todos los asistentes.

Entre ellos se encontraba David Stockling, director general de la disquera EMI Capitol México, que de inmediato se presentó con Luis Rey para platicar sobre el inicio de una posible carrera en el mundo de la música del talentoso niño que sólo necesitó de dos canciones para maravillar a los asistentes.

Apenas un mes después de la actuación del rubio jovencito de dientes separados en el festejo organizado por el mandatario, y a pesar del interés de ambas partes, el proceso no fue inmediato, ya que se tardaron casi un año en ponerse de acuerdo sobre el debut de Luis Miguel.

Si bien era un niño de doce años, las letras y la música que su padre pretendía que interpretara no eran necesariamente adecuadas, ya que hablaban de amor, rupturas y estaban enfocadas en un público mucho mayor.

Fue entonces que Miky grabó su primer álbum en 1982, a los doce años de edad, titulado “1+1=2 enamorados” y de inmediato el “Directo al corazón”, y con cada canción empezaba a cimentar su trayectoria y leyenda que llegó a 43 años en este 2024.

Cuando los artistas infantiles de su época debutaban, lo tradicional era que hicieran giras de promoción en medios de comunicación y cantando en aforos pequeños donde la entrada era libre.

En cambio con Luis Miguel, desde su primer álbum de estudio, se preparó una gira por diferentes partes de México, Centro y Sudamérica, por lo que su carrera de presentaciones en vivo inició a la par, convirtiéndose en un fenómeno entre las niñas de su edad.

Conforme fue creciendo, sus seguidores evolucionaron con él hasta convertirlo en el máximo exponente de la música de habla hispana que antes de él, recibieron ese título cantantes de la talla de José José, Camilo Sesto o Julio Iglesias.