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Cerro de la campana

Gran expectativa rodea el tercer y último debate presidencial en México, donde Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez discutirán temas cruciales como política social, inseguridad y división de poderes, en un contexto de alta tensión electoral y preocupaciones sobre la seguridad en algunos estados.

Cerro  de la Campana

Gran expectativa genera el tercer debate presidencial y no sólo porque es el último de los tres encuentros sino porque se hablará de asuntos trascendentes para todos los mexicanos como la política social, la inseguridad y la división de poderes.

Este domingo, Claudia Sheinbaum, de la coalición Seguiremos Haciendo Historia (Morena, PT y PVEM), Xóchitl Gálvez, de la alianza Fuerza y Corazón por México (PAN, PRI y PRD), y Jorge Álvarez Máynez (MC) debatirán de nueva cuenta y los tres esperan salir triunfadores. Las preguntas serán sobre cuatro grandes temas: Política social; inseguridad y crimen organizado; migración y política exterior; y democracia, pluralismo y división de poderes, que cada uno por sí sólo es un asunto para abordar a profundidad.

Aunque como en los otros dos debates seguramente habrá descalificaciones y señalamientos directos entre los contendientes, también será importante que se hable a fondo de las propuestas de solución a asuntos como la violencia o la pobreza porque ahí está quien dirigirá el destino de México y los mexicanos en los próximos seis años.

Este debate organizado por el Instituto Nacional Electoral (INE) es una plataforma que contribuye a que los electores tengan más información de lo que se propone y quiénes son los aspirantes a la Presidencia de la República para ejercer un voto informado en un escenario donde las múltiples encuestas dan resultados tan distintos y la información queda en medio de la desinformación.

Ya ha comenzado la cuenta regresiva para los comicios porque partir de este lunes inician los últimos 10 días de campaña previo a la veda electoral porque el 29 de mayo próximo concluirán todos los spots de radio, televisión y los actos públicos en preparación para los tres días de reflexión del voto que se emitirá el domingo 2 de junio.

Será la elección más grande de la historia a la que están convocados cerca de 97 millones de electores y porque se disputarán más de 20 mil cargos a nivel federal y local.

En la ruta final de la organización de las elecciones, el INE trabaja en lo que sucederá con la instalación de 100 a 150 casillas que podrían estar en riesgo en diversos estados por problemas de inseguridad y también comunitarios. Las entidades donde la situación es revisada con lupa son Chiapas, Michoacán, Oaxaca y Morelos, por lo que los consejeros electorales están atentos para asegurar que los electores puedan votar de forma segura y ordenada.

De acuerdo con el consejero electoral del INE, Martín Faz, no hay una presión directa ni amenazas de la delincuencia organizada para que no se instalen esas mesas de votación, y que es más bien por conflictos entre habitantes que se presentan dificultades por lo que esperan resolver la ubicación de las casillas mediante el diálogo y negociaciones con esos grupos de ciudadanos.

Sobre el escenario que se vive en el País por la violencia e inseguridad que ha cobrado la vida de aspirantes políticos en este proceso electoral, el presidente Andrés Manuel López Obrador asegura que se han registrado menos agresiones en comparación con otras elecciones y que los hechos son “muy lamentables”, también dijo que “se lucra” con los homicidios y el dolor humano.

Sobre los próximos comicios en México, el Gobierno del presidente estadounidense Joe Biden mostró su confianza de que toda la jornada resulte exitosa, pero también expresó su preocupación por el riesgo de que grupos criminales puedan significar en este proceso.

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