Generación Touch

En este campamento desde el primer día se formaron equipos, durante las actividades que realizamos, cada día nos contaban un secreto para descongelar el corazón sobre cómo fue el amor verdadero, bendecir, servicio y amistad; nos enseñaron sobre como Jesús se sacrificó por nosotros para salvarnos del pecado, también nos enseñaron algunos cantos y bailes y como el descongelar el corazón nos sirve para vivir en comunidad, tener paz, amor y que Jesús esté presente en nuestra vida. El campamento me pareció muy bonito, aprendí mucho y me divertí, pero lo que me pareció más bonito fue que los jóvenes en vez de quedarse en su casa descansando, viendo televisión o Internet, salir de vacaciones u ocupar su tiempo en cualquier otra cosa, decidieron hacer comunidad, como lo hizo Jesús, se tomaron el tiempo de organizar este campamento para nosotros los niños y también para realizar la representación del Viacrucis; me gustó que son muy activos, muy alegres, fueron muy amables con nosotros, cuando teníamos una duda nos ayudaban, me parece muy bonito e importante lo que hacen ya que son muy unidos y siempre están pendientes de los niños. Este grupo de jóvenes y adolescentes de mi comunidad de San Juan Diego, se llama Abdiel, que significa servidor de Dios, se formó en el año 2012, con seis adolescentes, pero en los años que llevan se han ido integrando muchos más que en su mayoría iniciaron desde que estaban en catequesis. También me parece muy bonita la labor que realizan las personas mayores que están a cargo de este grupo juvenil, quienes los ayudan y orientan; ellos son Lety y José, quienes se hicieron cargo desde el inicio del grupo y siempre están apoyándolos, incluso sus pequeños hijos Valentina y Gael, siempre los vemos y son muy amables por cierto, Lety me platicó que su servicio lo iniciaron junto con su matrimonio y se convirtió en parte de su vida y su familia, que para ella es “como decirle a Dios aquí estoy, trabaja a través de mí, aquí están mis manos, mi cuerpo, mi mente, mi voz, úsalos para que puedas trabajar a través de mí y poder compartir tu amor a los demás, y así poder dejar una semillita del amor de Dios en cada uno de los adolescentes y pueda haber frutos”. Janeth y Tony son una pareja que están en el coro de la iglesia y me platicaron que su servicio en el grupo comenzó tres años después de iniciado, y les ha gustado mucho colaborar con éstos jóvenes, orientarlos para fortalecer su espiritualidad y fomentar en ellos la vida en comunidad. Manuelita y Alfonso, iniciaron su servicio hace tres años, y ellos me platicaron que tienen una hija adolescente en el grupo, por lo que se acercaron para ver cómo era y fue este su estímulo para ayudar, que su experiencia ha sido muy bonita y aprenden mucho de los jóvenes. También hay tres integrantes que iniciaron en el grupo desde su primer año y ahora son auxiliares en los diferentes niveles, como son Livan, Joaquín y Samantha; espero un día formar parte de este grupo, que haya más personas que los apoyen en el servicio que ellos hacen y que también otros jóvenes se interesen en ser parte de Abdiel, como servidores de Dios.