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Generación Touch

¡Hola amigos lectores! Hoy les quiero platicar de una visita que en días pasados realizamos de mi escuela a La Burbuja Museo del Niño. Fue una experiencia muy emocionante porque entramos al cuarto de espejos donde te confundes, ya que no encuentras la salida; también al cuarto oscuro en el que no se puede ver nada, por lo que te tienes que guiar con las manos, después al pozo sin fondo que es una ilusión óptica porque se usan unos espejos para que parezca que no tiene fondo, también hay un tablero musical en el piso que se toca con los pies, luego fui a una bicicleta que cuando pedaleabas se encendían unos focos y cuando todos se encendían caía agua desde una regadera. Después de eso fui a una parte donde dibujas con arena y por último ayudé a un amigo a poner un bloque encima de un botón, ya que había una máquina que se iba moviendo hacia arriba o abajo, a los lados y te tienen que ir guiando con la mano, por lo que posteriormente él me ayudo a mí y logramos aprender a comunicarnos con las manos; todo esto me pareció muy divertido y educativo, ya que cada juego te enseña algo y al mismo tiempo te diviertes al intentar hacer cosas y a desarrollar los sentidos, por ejemplo en el cuarto oscuro como no se puede ver se aumentan otros sentidos, como el tacto y el oído; otra cosa muy importante sobre la que se aprende es a cuidar el agua, por ser un recurso que no se puede recuperar. Yo opino que La Burbuja está muy renovada con cosas nuevas, educativas y divertidas, me gusta que haya elevadores para personas discapacitadas y mujeres con carriola, lo cual me parece importante ya que las personas con discapacidad que utilizan silla de ruedas o muletas, pueden subir fácilmente sin necesidad de batallar en las escaleras y sin riesgo de lastimarse. Lo que no me gustó es ver el estado de abandono y descuido en que está La Sauceda, después de haber sido el parque más grande y divertido del Estado, ubicado al Sur de Hermosillo, en la zona del Vado del Río, muy cercano al vertedor de la presa Abelardo L. Rodríguez; fue un parque natural con las mejores áreas de esparcimiento de la ciudad y construido para el deleite de los niños y adultos que durante muchos años disfrutaron de la convivencia familiar. Originalmente La Sauceda, inaugurada en 1994, contaba con varias instalaciones como el río lento, chapoteadero, go karts, lanchitas choconas, cajas de bateo, un trenecito que circulaba alrededor del parque, golfito, albercas, varios juegos para niños y el Museo Infantil La Burbuja, con una laguna artificial y grandes arboledas, por eso fue también considerada como un pulmón de Hermosillo y ahora es más bien un lugar de peligro pues se encuentra llena de maleza y en diversas ocasiones se han ocasionado incendios. Sobre esto yo pienso que las autoridades deberían de considerar la restauración de este parque que fue emblemático de la ciudad y visitado por miles de personas que buscaban entretenerse y convivir en familia, deben trabajar en su restauración porque los niños necesitamos lugares donde podamos jugar más y promover la convivencia familiar, no olviden que los niños somos el futuro de México y necesitamos un buen ambiente sano para crecer, desarrollarnos y aprender. ¡Hasta la próxima, adiós!

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