Viud@s electorales

Sin lugar a dudas que muchos serán los “viudos” de un proceso electoral que marcó en las urnas lo que los ciudadanos estaban pensando, más allá de que el recuento de algunos “voto por voto” va a continuar y las impugnaciones, sobre todo en el caso de San Felipe, y posiblemente San Quintín se visualizan como emergentes, urgentes y necesarios, según, quienes en estos momentos son los derrotados.

Sin embargo, las enseñanzas que deja todo este proceso electoral van mucho más allá de decir que nada más los pobres votaron por Morena, porque reciben los apoyos; reducirlo a eso dejará chiquita a la oposición que busca cómo explicar el carro completo del partido ganador.

En este análisis deberán incluir los perfiles de sus representantes, y sobre todo los llamados “ciudadanos-candidatos”, personajes que no terminaron por ser ni uno ni y otro y se perdieron entre ambas figuras. Ni evocaron los intereses de la población, ni de las militancias partidistas. Sobre todo en el caso de Tijuana.

Por lo pronto, las cuentas entregadas a nivel local y federal por parte de la gobernadora, Marina del Pilar Ávila Olmeda, el domingo 2 de junio, están a la vista.

Fue de los estados que mayor votación, en función del padrón electoral, entregó a la ex candidata y virtual presidenta, Claudia Sheinbaum.

Además, en el caso de Tijuana, Ismael Burgueño derrotó a la oposición por muchísimo y hablando de oposición, también incluimos a la propia alcaldesa morenista, Monserrat Caballero.

Burgueño ganó con muchos votos más de los obtenidos por Monserrat en el proceso electoral pasado, por lo que los guindas retuvieron el triunfo en el municipio que concentra la mayor cantidad de población.

En el caso de la capital del estado, la alcaldesa aspirante a reelegirse, Norma Bustamante derrotó al abanderado panista, Francisco Fiorrentini, refrendando el triunfo en “la ciudad de la gobernadora” contra un candidato que es parte de un grupo que ha criticado de manera constante al gobierno estatal morenista.

Y la gran cereza del pastel para la actual administración estatal es la derrota en las urnas del máximo y más agresivo opositor, el todavía senador del PT, Jaime Bonilla.

Un reflejo de lo que la derrota del senador significó para Ávila Olmeda, es que en sus primeras declaraciones no solo dejó a Bonilla en un lejano quinto lugar, sino que dijo que quedó en un sexto sitio, después de los votos nulos. La alegría manifiesta acompañada de una dosis de sarcasmo.

Y luego se deslizó la posibilidad de que el también mini ex gobernador sea juzgado, una vez que se quede sin fuero. Tema fotovoltaica y su desastroso gasto.

Los viudos y viudas del proceso electoral local como son los panistas (que solo obtienen votos en los distritos segundo y tercero local), Bonilla, Monserrat Caballero, agréguele partidos como el PES que perdieron lo que habían ganado en procesos anteriores, tendrán que hacer un exhaustivo análisis.

Una evaluación que les permita saber cómo podrán enfrentar el 2027, que aunque parece lejano, lo tienen a la vuelta de la esquina.

Sobre todo para consolidar una candidatura apetitosa ante un electorado que puede estar molesto con las administraciones de Morena, pero que tampoco encuentra en los opositores una salida viable a la problemática en la que actualmente están inmersos.

La verdad sea dicha.

* La autora es directora del portal MF Noticias Mexicali.